La 12 Reunión de Criadores Ovinos y Caprinos ha sido inaugurada con un rito de ahuyentar a las malas fuerzas por kuker y con gaitas. Cerca del monasterio consagrado a los apóstoles Pedro y Pablo, en las proximidades de Veliko Tarnovo, Mine Ismail de 5 años de edad ejecutó Cuando era ovejero, la canción-símbolo del sustento nacional tradicional que era el motor económico real del Renacimiento búlgaro. El copresidente de la Asociación Nacional de Criadores Ovinos y Caprinos Simeón Karakolev ha deseado a los granjeros fuerzas para seguir adelante y a los consumidores a “apreciar el sabor búlgaro y los productos elaborados por los granjeros que están a punto de desaparecer”. El vice ministro de Agricultura Iván Kapitanov ha prometido ayudas estatales para el sector. Casi 1 000 animales de 30 especies, entre ovejas, cabras, perros, caballos y burros pueden ser vistos en la reunión. Hasta el 26 de mayo habrá competiciones para esquilar ovejas, carreras de caballos y la tradicional competición de chivo más pesado.