La fortaleza de Tsari Mali Grad protegía los hallazgos de hierro cerca de Samokov

En la colina de San Spas, a pie de la cual se halla la aldea de Belchin con sus aguas termales curativas, antaño se erigía una impactante fortaleza romana. Esa fortaleza se veía desde todos los lados del valle de Samokov y no hace mucho existía sólo en las leyendas populares sobre un tal Tsari Mali Grad cuya situación los arqueólogos conocían aproximadamente. Sin embargo, tal y como ocurre muy a menudo, los primeros en encontrar los vestigios de la fortaleza romana fueron los buscadores de tesoros. Hasta aquel momento toda la colina estaba cubierta de bosque muy tupido e intransitable, explica el arqueólogo Veselin Hadjiangelov del Museo Histórico de la ciudad de Samokov. Llegamos enseguida cuando supimos que los buscadores de tesoros estaban ya excavando. La tierra estaba perforada como un queso suizo. El sitio resulta siendo muy interesante. En 2007 en un mes los arqueólogos encontraron la torre sudoriental de la fortaleza. Quedó claro que ésta fue parte de una fortaleza romana con 6 torres de vigilancia, y que la longitud total de la muralla era de unos 400 metros.

Otra sorpresa agradable esperaba a los arqueólogos en los sondeos alrededor del santuario en la colina de San Spas. Esto era un eslabón de la cadena de lugares santos que rodean la aldea de Belchin. Estos santuarios aparecieron en el Medioevo Tardío, siglos 15-16, y habitualmente estaban marcados con cruces de piedra. Es sorprendente que precisamente en esta colina los investigadores encontraron vestigios de templos sucesivos que son una prueba de que en estas tierras existía el cristianismo durante 1700 años sin interrupción.

Se hace reconstrucción total únicamente de la muralla septentrional de la fachada con las dos torres desde las que se abre una vista panorámica al campo de Samokov.

El templo más antiguo es de finales del siglo 3 y principios del siglo 4, dice el arqueólogo Veselin Hadzhiangelov. Sobre éste se halla construida una iglesia del cristianismo temprano de los años 70 del siglo 4. Más tarde, algo desplazada, apareció también una basílica de finales del siglo 5 principios del siglo 6. Después de su demolición en el mismo sitio fue construida una iglesia del Medioevo, siglo 15. Cuando ésta dejó de funcionar en el mismo lugar apreció el santuario San Spas que estaba funcionando hasta no hace mucho. Resulta que en este lugar tenemos vestigios de 17 siglos de cristianismo sin interrupción, algo muy valioso. Nuestra idea de imponer este fenómeno cultural como emblema de la fortaleza y en general, de la región de Belchin. Decir precisamente que el cristianismo aquí apareció pronto y no ha cesado a pesar de todas las persecuciones y los cinco siglos de dominio otomano.

La muralla meridional

¿Cómo será visualizado este fenómeno cultural para las generaciones futuras?

A través de una reconstrucción parcial de la los templos que existían sucesivamente en el tiempo. Pensamos que lo más correcto sería enseñar la cronología diferente de los templos y la correspondiente reconstrucción de los vestigios en diferentes alturas y volúmenes. La más clara para nosotros, desde el punto de vista arquitectónico, era la iglesia medieval, la última. Por esto la reconstruimos plenamente. Dentro de la iglesia serán expuestos los hallazgos descubiertos en este conjunto cristiano. Hasta una menor altura enseñamos los restos de la basílica del siglo 6 en la cual encontramos un hallazgo muy interesante hace un mes. Resulta que la capilla septentrional era un baptisterio de lo cual es una prueba la piscina que encontramos, una cuenca de mampostería, en la cual bautizaban a los paganos. Finales del siglo V era precisamente el período en el cual se realizaba el bautizo masivo de la población tracia local. Luego después de Justiniano, después del siglo VI, ya los bautizos masivos desaparecieron como necesidad ya que se consideraba que la población que era cristianizada. Entonces llegó el tiempo de las pilas bautismales en las que recibían bautizo los recién nacidos. Hubo cambios en la manera en la que se oficiaban las misas, lo que tuvo su impacto sobre la arquitectura de las iglesias. Finalmente, hasta la menor altura reconstruiremos las paredes del templo cristiano más antiguo, del siglo IV. De éste tenemos conservada la mitad norte del edificio. Y también restos de un santuario pagano de un dios desconocido que estará solo marcado sobre el terreno.

”En el hórreo, usado como almacén público para guardar trigo, hemos descubierto lingotes de hierro listos para ser vendidos”, expresa Vaselin Hadzhianguelov.

La reconstrucción parcial de los cuatro templos cristianos sucesivos, situados uno dentro del otro como muñecas rusas está casi acabada. La iglesia exterior medieval ya puede ser vista desde lejos ya que se encuentra en el borde de la colmena de San Spas, fuera de la muralla de la fachada del norte de la fortaleza. Desde ahí se abre una vista maravillosa hacia la aldea de Belchin y todo el valle.

¿Cuáles son los hallazgos más importantes de las excavaciones?

Es muy rico e interesante el tesoro de monedas antiguas. Tenemos casi todas las monedas del siglo 4 hasta el siglo 6 con los signos de todos los emperadores, explica el arqueólogo y señala como ejemplo una moneda de bronce muy rara de la emperatriz Gala Placidia. Sin embargo, el acento principal de la futura exposición serán los diferentes tipos de armas que se han encontrado, desde flechas hasta equipos de asedio. Entre estas también hay un ejemplar muy raro.

La muralla septentrional, destruida parcialmente por un terremoto en el siglo VII pero bien conservada ofrece información valiosa sobre cómo ha sido construida toda la fortaleza.

Es una flecha que no se lanza con arco, sino con la mano, explica el Sr. Hadzhiangelov. Representa una punta larga y muy afinada de hierro con un peso de plomo por detrás y después de ese peso tiene un mango de madera corto. Esta flecha la tenían escondida detrás del escudo. La llevaban solo oficiales del ejército del imperador Constantino el Magno.

En unos 5 a 6 meses, en la colina San Spas fue restaurada, a diferente altura, casi toda la muralla.

Entre los hallazgos interesantes hay también unos telares verticales muy bien conservados y muchos adornos de los godos con una ornamentación muy diferente de la de los tracios. Los godos eran metalurgos excepcionales lo que explica su presencia en la región.

Un ferrocarril de cremallera transportará a los visitantes desde la restaurada iglesia de Sveta Petka, al pie de la colina, hasta la fortaleza en su cima.

Todos estos vestigios los visitantes los pueden ver en las salas de exposición de las dos torres reconstruidas en la muralla septentrional. A los autores del proyecto de la reconstrucción de la fortaleza les gustaría que ésta cobrase nueva vida. Con este fin se prevé la celebración de festivales durante los cuales se haría una reconstrucción también del día a día y de las batallas de la gente de aquellos tiempos, con la participación del público. En la fortaleza habrá también talleres de oficios antiguos como la tejeduría con telares semejantes a los telares verticales encontrados. En la parte sur de la colmena, fuera de la fortaleza, se construirá un parque infantil con puentes de cuerda y otros artefactos de cuerda y madera para todo tipo de actividades físicas. Todo estará listo el año que viene.

Un modelo del futuro complejo de la fortaleza podrán ver en este sitio web: http://www.youtube.com/watch?v=xoOxL-oWP3U

Versión en español: Ruslana Valtcheva
Fotos: Maria Dimitrova-Pichot

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