La cueva de Ledenika

La Casita de la Bruja, La Mujer del Ogro, Santa Claus, hermosas cascadas en blanco y azul... Son sólo algunas de las obras de la naturaleza que el turista puede apreciar, inmovilizadas, en la atemporalidad de Ledenika, una de las cuevas más bellas de Bulgaria. Estas extrañas formaciones kársticas, modeladas a lo largo de miles de años, reciben a los visitantes hace más de medio siglo.

La historia de la cueva de Ledenika se remonta muchos años atrás en el tiempo. Fue descubierta hace siglos por los lugareños. En un comienzo fue explorado sólo el espacio que llegaba hasta el vestíbulo de la cueva. Los pastores se aprovechaban de la baja temperatura del lugar para conservar en él la leche. Más tarde fue descubierta una pequeña galería a la que llamaron El Refrigerador. En ésta los productores de capullos almacenaban huevos del gusano de seda. La cueva de Ledenika se encuentra a unos 20 km de la ciudad de Vratsa, en el Parque Natural “Vráchanski Balkán” (La Montaña de Vratsa). Desde el año 2000 la cueva es administrada por el Ayuntamiento de esa villa del noroeste de Bulgaria. Ventsislav Nikólov, director de la empresa municipal de Deporte y Turismo ofrece más pormenores al respecto.

En 1927, el prominente comerciante de Vratsa, Jristián Chomákov, propietario de las tierras alrededor de Ledenika, donó la cueva y aproximadamente 10 hectáreas de prados y bosques a la Asociación de Turismo “Veslets”. A inicios de los 60 del siglo pasado el lugar fue abierto al público. Antes habían sido colocadas barandas metálicas e iluminación adecuada. La acústica de la cueva es maravillosa; durante décadas, en la llamada Sala de Conciertos se organizan sesiones de música. En otros tiempos la cueva había estado llena de agua, que se fue retirando paulatinamente dejando al descubierto formaciones interesantes. Cada invierno se forman también figuras de hielo, que desaparecen con los primeros días de calor. Las estalactitas y estalagmitas kársticas, empero, están aquí desde hace miles de años. La incansable labor de las gotas de agua sobre las rocas creó este reino subterráneo.

© Foto: www.imagesfrombulgaria.com

La cueva de Ledenika tiene unos 300 metros de longitud y se sitúa a 830 metros sobre el nivel del mar. Las diez cámaras están distribuidas en varias plantas. Del vestíbulo se accede al interior de la cueva por un portillo bajo y estrecho, llamado El Paso de los Pecadores. Según una antigua creencia, quien no puede atravesarlo es un gran pecador.

Después del portillo sigue la Pequeña Galería, luego, la Sala de Conciertos –continúa el Sr. Nikólov– . Las formaciones en la cueva tienen nombres muy pintorescos como, por ejemplo: La Cabeza del Ogro, El Cocodrilo, El Falcón; del techo cuelgan espadas, escudos y mazas. Aquí está La Casita de la Bruja, y también muchas otras formaciones. Los puentes de hierro cruzan un abismo pequeño y otro grande, y por un pequeño pasillo, llamado Las Cortinitas, se llega a la hermosa Galería Blanca. Las figuras en su interior también tienen nombres muy sugestivos, como, por ejemplo, El Elefante o la Moza Bañadora… El punto más alto de la cueva se llama El Séptimo Cielo, pero el camino hasta allí es asequible sólo para los turistas más entusiasmados y mejor preparados. La temperatura en el reino subterráneo varía de –7˚ y –15˚ a 8˚ C, aproximadamente. Los valores altos se dan en el interior de la cueva, en la Pequeña Galería. Cerca de ésta hay un pequeño lago de una profundidad de 0,50 m. Cuenta la leyenda que, además de recoger las lágrimas de la montaña, este lago puede cumplir deseos.

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El mágico Lago de los Deseos surgió después de que el agua que llenaba la cueva se hubo retirado. La leyenda reza que si uno mete la mano en el agua helada y pide un deseo éste se hará realidad. Lo hacen casi todos los visitantes de la cueva –más de 50 mil, al año. En la actualidad alrededor de la cueva de Ledenika se construye un parque de atracciones del mismo nombre compuesto por interesantes módulos temáticos y de entretenimiento, cuenta Ventsislav Nikólov. Por medio de recursos audiovisuales modernos los turistas podrán conocer la historia de la cueva, como también las más de cincuenta especies raras de la flora y de la fauna que la habitan. Un insecto endémico de Ledenika, por ejemplo, es el escarabajo llamado Svetlomrazets, que significa “el que odia la luz”. Este mismo nombre lleva también una maqueta del insecto, de múltiple ampliación, hecha de material transparente, que será colocada a la entrada. También están en construcción salas especiales donde “cobrarán vida” una serie de investigaciones y hechos históricos. Los visitantes podrán disfrutar de los módulos educacionales El Murciélago, El Paseo Mágico y Anfiteatro, y el paseo alpino de cuerda Mamá, Papá, y Nosotros. Según el proyecto, el parque de atracciones Ledenika debe estar listo el 1 de noviembre de 2013.

Versión en español por Daniela Radíchkova

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