“Con mis compañeros de estudio nos adentramos en otro tipo de música. Empecé a tocar jazz en la guitarra – dice el instrumentista y prosigue – . Los 90 del siglo pasado fueron un período de aprendizaje para mí. En el Conservatorio conocí a músicos como Jristo Yótsov (percusiones), Simeón Shtérev (flauta) y Teodosi Stóykov (bajo), entre otros. En una época en que la información escaseaba uno podía iniciarse en el jazz sólo en grupo con otras personas. Fuimos desarrollándonos juntos y con el pasar del tiempo llegamos a tener gustos musicales idénticos. Luego fue formándose un círculo de personas de ideas afines – con ellas la vida se hace más fácil. La etapa inicial de hacer música, de hacer proyectos es en gran medida una reproducción de las cosas que hemos escuchado y que nos han inspirado. Madurar es un proceso largo. Se necesita un mínimo de experiencia antes de crear composiciones propias. El jazz es casi una música mística. Le caracteriza la improvisación, que es como componer en el instante. La mayoría de la gente dice que no puede hacerlo, que esto es arte de magia. No es así, hay reglas, leyes, pero también trucos. Para asimilar esta música hay que sumergirse en ella”.

Shibil Bénev ha participado en varias formaciones. Aunque durante años trabajó fuera de Bulgaria, en sus breves vacaciones regresaba al país y participaba en proyectos, grabaciones y conciertos de sus colegas.

“Durante los últimos once años he estado trabajando para una compañía de cruceros norteamericana – sigue contando él – . Tocaba el piano en una orquesta, sin tener ilusiones sobre mi nivel como pianista. Interpretábamos diversos estilos de música, así fue como acumulé experiencia. Tuve, además, mi trío de jazz en que el piano nuevamente era mi instrumento. Nos invitaban a actuar en clubes, lo que me proporcionó una valiosa experiencia. Ahora estoy de nuevo en Bulgaria y me estoy adaptando”.

Shibil Bénev no es ajeno a la idea de transmitir su experiencia a todo quien esté interesado en la música jazz. En cuanto a sus composiciones, confiesa que sus colegas le alientan a que grabe un álbum. “Tengo suficientes piezas pero creo que ser parte del proceso de creación de la música es más importante que lo que quedará después de mí”, concluye el músico.

Versión en español por Daniela Radíchkova