Los acontecimientos en Ucrania siguen siendo tensos y contradictorios. El gobernante Partido de las Regiones y la oposición  no  consiguen  ponerse de acuerdo para hallar  una salida a la  crisis política. El Parlamento ha aprobado un proyecto de ley  de Amnistía de participantes en las  protestas contra los cuales  exista  investigación judicial o bien hayan sido objeto de sanciones ya aplicadas. La amnistía, empero entraría en vigor si los  ciudadanos en protesta  se desalojaran de los edificios administrativos que han ocupado. La oposición  dice que seguirá protestando  por considerar que  con la amnistía los gobernantes  se empeñan en  transferir a aquélla la responsabilidad por lo que  ocurre en el  país. Bulgaria  sigue la evolución de los acontecimientos en  Ucrania  con  mucha preocupación y tiene fundamentos  muy serios para ello.

Ucrania es uno de los socios comerciales básicos de Bulgaria. Ocupa el puesto 14 en el intercambio comercial global  del país  y forma un 1,2% de las exportaciones y un 2,5% de las importaciones de Bulgaria. En Ucrania existe una nutrida comunidad étnica búlgara que suma unas 225 mil personas, y por la gran intensidad de los  lazos bilaterales y por otros motivos  residen allá gran número de ciudadanos búlgaros.  En último lugar, Ucrania es  país al que Bulgaria  concede gran  importancia  también por sus  prioridades  políticas exteriores.

Ucrania es objeto de la llamada Cooperación Oriental, política de cooperación de la UE con  las repúblicas ex soviéticas y en la cual Bulgaria es participante activo. Es igualmente  miembro de la  Organización de Cooperación Económica en la cuenca del Mar Negro, cuyo presidente de turno es actualmente Bulgaria. Los acontecimientos en Ucrania  no favorecen la materialización de los objetivos que Bulgaria se plantea con vistas a intensificar la política de  cooperación oriental e incrementar la colaboración con la citada organización económica  regional con otros formatos de  cooperación regional.

Partiendo de estas circunstancias y en el contexto de la situación concreta en Ucrania,  Bulgaria  ha  ocupado  varias posicione sustanciales. En primer lugar, según el gobierno búlgaro, la solución de la crisis política en el país  la han de lograr  los propios  ucranianos, sin  injerencia exterior alguna. Además, el Ministerio de Exteriores de Bulgaria ha exhortado reiteradamente a las  autoridades ucranianas a respetar los derechos fundamentales de los ciudadanos, y a las  fuerzas de la oposición, a  la moderación en su actuación. El ministro búlgaro de Exteriores, Kristian Vigenin, resaltó que  con moderación se podrán evitar  acontecimientos más graves en Ucrania capaces de desestabilizar no sólo al país sino a toda la región.

En relación con la  negativa de Kiev de suscribir un Acuerdo de Asociación de Ucrania a la UE, negativa que, de hecho,  fue el detonante de los dramáticos sucesos en ese país, Bulgaria considera que la UE  debe continuar obrando por que no sólo se firme  tal acuerdo sino también otro, sobre  una  profunda y global zona de libre comercio tan pronto como Ucrania  esté lista para ello.

Bulgaria no oculta que sus posiciones  ante lo que  sucede en Ucrania coinciden con las de la UE y, según destacaba Kristian Vigenin, ministro búlgaro de Exteriores “todo lo que  se ha hecho público oficialmente como  conclusión de la UE es también  posición nuestra”.

Las reacciones del gobierno búlgaro ante lo que  está  sucediendo en Ucrania pueden ser  calificadas, en términos generales, de comedidas y expectantes. No ha sido tal  en absoluto la  reacción del presidente de Bulgaria, Rosen Plevneliev, quien por lo que  está  sucediendo en Ucrania canceló su visita a Ucrania prevista para el mes de mayo. Según el ministro  búlgaro de Exteriores, cancelar  su visita es  un derecho del jefe de Estado pero hasta la fecha para la que ha sido planeada ésta  la situación puede cambiar mucho.

Versión en español por Mijail Mijailov