El presidente Rosen Plevneliev propuso al Parlamento búlgaro tomar la decisión de realizar un referendo sobre cuestiones relacionadas con la elección mayoritaria de una parte de los diputados búlgaros, el voto obligatorio y el voto electrónico. El catedrático Georgi Bliznashki, experto en Derecho constitucional, opina sobre el tema ante Radio Bulgaria.

“Valoramos positivamente la iniciativa del presidente que no impone su propio punto de vista, sino que propone la realización de un referendo sobre estas cuestiones. De la manera de formular la propuesta podemos deducir que el referendo será de carácter consultivo y si el pueblo búlgaro vota a favor al voto mayoritario, obligatorio y electrónico, los detalles se organizarán luego. Creo que es un enfoque moderado. El presidente hace que nuestros políticos reflexionen sobre lo que sucede en la sociedad. Hace falta responder a las expectativas del pueblo de una manera más inequívoca".

Según la vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Maya Manolova, dos de los elementos de la propuesta sobre el referendo, el voto obligatorio y el electrónico, son una violación de la Constitución. ¿Se puede superar esto?

“El problema principal está relacionado con la introducción del principio mayoritario en nuestro sistema electoral.  En los últimos meses, estoy repitiendo que tenemos que volver a la práctica del inicio de los años 90 del siglo pasado, cuando celebramos elecciones para la Magna Asamblea Nacional, teniendo un sistema electoral mixto, de 50 a 50 %. Hay que hacer algo y responder a la opinión pública después de 220 días de protestas. El mundo civilizado las observa con sentimientos mixtos. Porque los gobernantes no piensan tomar en consideración la opinión pública. Las propuestas de Maya Manolova sobre el nuevo código electoral solo consolidan la situación actual e impiden la posibilidad de cambio. Es hora de que sea oída la voz de los ciudadanos. Esto se puede lograr si se introduce el elemento mayoritario. Esta es la cuestión de principio. En cuanto a las otras dos, no cabe duda que si en un referendo eventual el pueblo búlgaro opta a favor del voto obligatorio, hará falta hacer una enmienda de la Constitución. Tenemos que tomar en cuenta que en países  como Austria, Bélgica, Grecia, la introducción del voto obligatorio tiene un gran impacto sobre su vida política, ya que aumenta bruscamente la participación de los ciudadanos en las elecciones. Esto significa que la compra de votos, una gran desventaja de nuestro sistema electoral,  se reducirá al mínimo. En lo tocante al voto electrónico, nos enfrentamos a un problema. Porque hace algún tiempo el Tribunal Constitucional se pronunció no tanto en contra de la nueva práctica, sino que expresó recelos de que el secreto del voto no sería garantizado en suficiente medida.  Esto es una cuestión técnica. Haría falta que expertos en la materia hagan sus propuestas. En fin, tenemos que ir acostumbrándonos a estas nuevas tendencias y procesos porque vivimos en una sociedad moderna  e informativa. Tarde o temprano, la votación digital será introducida en Bulgaria”.

Algunos comentaristas opinan que la votación obligatoria y la votación electrónica no pondrían fin a la compra de votos.

“Si logramos una participación activa, el sistema se restablecerá. Se recuperará la proporcionalidad entre la influencia de las fuerzas políticas en la sociedad y su presencia real en el Parlamento. Actualmente, tenemos una imagenfuertementedistorsionada que permite a partidos de electorado tradicional, que muchas veces asume posiciones retrógradas, realizar una política contraria a los intereses de la nación y del país a largo plazo. De modo que hay que hacer algo para superar el statu quo. No creo que haya ciudadanos búlgaros contentos del estado de nuestro sistema político. Y, como quedó claro, el problema principal son los propios partidos políticos".

Versión en español por Ekaterina Bobeva