“No disponemos de datos escritos cuándo fue fundado el monasterio. Sabemos muy bien, sin embargo, que es un antiguo monasterio búlgaro en territorio serbio. Los historiadores opinan que el primer monasterio en ese lugar data de la época del cristianismo temprano, tal vez del siglo IV. Hay un documento de 1019 en que se señala que el monasterio estaba en la diócesis de Sredets, el antiguo nombre de la capital Sofía, lo cual muestra categóricamente que es búlgaro y que estaba bajo la jurisdicción del archiepiscopado de Ojrid. En el mismo documento se menciona que fue destruido varias veces durante el yugo otomano. Fue erigido de nuevo por búlgaros de la localidad en el siglo XVII. Se sabe exactamente el año en que fue pintado: 1606”.

Hay diferentes leyendas e historias míticas vinculadas con el monasterio y los lugares en su proximidad. Hay una leyenda que versa de un presagio divino.

“La historia más reciente del monasterio está relacionada con los nombres del pequeño pastor Velio que se hizo monje adoptando el nombre de Veneamin y el padre Yovan, prosigue la señora Mantarkova. “Los dos se asentaron en ese sitio denominado Tsarkvishteto, o sea, el lugar donde está la iglesia. En diferentes ocasiones en los sueños de Velio apareció la Virgen María que le ordenó que construyera un monasterio. Los dos con el padre Yovan comenzaron a excavar y descubrieron un icono, que es un testimonio categórico de que otrora allí había un monasterio. El lugar pertenecía a un turco, Sali Bey, de Pirot. Su hijo, Emin, decidió burlarse del lugar sagrado pero en ese momento se paralizó y perdió la memoria. Su desesperado padre pidió al padre Yovan que rezara por el muchacho. Después de la oración dirigida a Dios y a la Santísima Virgen, Emin recuperó la salud. Como señal de agradecimiento, Sali Bey logró obtener un especial firmán real para que el monasterio se restableciera en ese sitio. El documento es del año 1856 y fue expedido en Constantinopla”.

El actual monasterio de Sukovo fue erigido en dos años: de 1857 a 1859 en un estilo típicamente búlgaro. Fue utilizada piedra gris y cal. El año del término de la construcción, 1859, está escrito sobre la entrada del templo. En una lámina colocada en la pared norte se leen los nombres de los constructores: Milcho y Goga. El monasterio fue pintado en 1871.

“En palabras del padre Liubodrag, responsable del monasterio, éste fue decorado por representantes de cuatro escuelas de pintura: serbia, búlgara, griega y rusa”, dice Zhivka Mantarkova. “He visto un testimonio escrito del trabajo de la escuela búlgara de Samokov. En la iglesia se puede apreciar el fresco de la Virgen María de las Alas, muy característico para la escuela de Samokov, que es una variante de Protección de la Madre de Dios. En este fresco en vez de su velo, la Madre de Dios ha extendido sobre los humanos sus alas. Se puede ver el mismo fresco en el monasterio de Samokov Protección de la Virgen María. En la parte derecha del iconostasio se aprecia la imagen de San Juan de Rila, Taumaturgo, protector de los búlgaros. Tiene gran valor para los peregrinos que visitan el monasterio la cabeza del monje Veneamin que se guarda en un cofre especial”.

En 1925 visitaron el monasterio de Sukovo monjes rusos que construyeron una capilla al norte de la iglesia monástica. En 2003 fueron terminados el comedor y la nueva ala del monasterio.

“Desde hace algunos años el monasterio de Sukovo es habitado por monjes. Ya hemos mencionado al padre Liubodrag, que fue trasladado a otro convento. Él trabajó arduamente, gracias a él fue construido el nuevo puente del río Erma que conduce al monasterio. Los monjes continúan exitosamente la obra de Liubodrag. Actualmente ha sido derribado el antiguo nártex de la iglesia que era inestable y se esta construyendo nuevo. Hay una tienda en que además de iconos, objetos eclesiásticos y literatura religiosa se vende aguardiente monástico, vino y licor de nueces que son muy sabrosos y son elaborados por los monjes. Lo más importante para la vida espiritual es que cada día se ofician misas”.

Versión en español por Hristina Taseva