En los alrededores de Púshevo, una aldea pintoresca en el municipio de Veliko Tárnovo (norte de Bulgaria), desde hace años crece libremente un bosquecillo de cactos. Nadie sabe a ciencia cierta cómo ha llegado a estos suelos una planta tan atípica de estas latitudes geográficas.En la zona se ha establecido una colonia extranjera compuesta principalmente por súbditos de la Corona Británica, atraídos por la flora inusual y la naturaleza virgen, a los que últimamente se han unido algunas familias rusas.
La aparición de las plantas de la especie Opuntia, características de la pradera americana y no de las laderas húmedas del monte Stara Planina, es un verdadero misterio. En mayo y junio el boscaje de cactus, que brotó inesperadamente extendiéndose sobre un área de unas 0,5 hectáreas, se viste de flores amarillas y rojas, y se convierte en un atractivo irresistible para los turistas. La gente local también está muy entusiasmada con la exótica adquisición.
El rumor sobre la encantadora aldea y sus cactos se difundió rápido y en pocos años Púshevo se llenó de extranjeros como los ex artistas de cabaret Gary y Ellie Martin, que se establecieron aquí diez años atrás tras recorrer toda Bulgaria en busca de un lugar adecuado para vivir. Los miembros más noveles de la colonia extranjera son los moscovitas Igor y Natalia. Recientemente adquirieron una casa en las inmediaciones, la remodelaron hasta convertirla en muy coquetona y ahora su tiempo transcurre en paseos entre los cactos y ocio en la ribera del riachuelo de aguas cristalinas que serpentea en proximidad a la fuente curativa local, otro orgullo de los vecinos de Púshevo.
Ni los aldeanos mayores saben cómo fue que aparecieron en su comarca estas plantas espinosas pero afirman que con los años han aumentado en cantidad y ya ocupan un área considerable. La gente local cree que los árboles exóticos son una riqueza desaprovechada y que ha llegado el momento de sacarles beneficio utilizándolos con fines turísticos. Esto explica el gran interés por el Festival del Cacto que se celebra en la aldea. Han sido publicados folletos explicativos sobre los cactos de Púshevo y las leyendas relacionadas con su presencia en la localidad.
Pushevo está alardeando, además, de varios boscajes de cornejo, lilas y espino. Actualmente se está trabajando en un proyecto de sendero ecológico que llevará a los turistas desde los cactos a la llamada Bozhúrova polyana, en español “el prado de las peonías”; sus flores de color rojo vivo son un espectáculo inolvidable para la vista. Es así cómo la aldea en el municipio de Veliko Tárnovo desconocida para muchos se está convirtiendo poco a poco en un atractivo y ocupa su lugar merecido en el mapa turístico de Bulgaria.
Versión en español por Daniela Radíchkova
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