Los tentados por las artes pueden recibir una dosis de buen humor con antiguas canciones rock y jazz en pleno centro de Sofía. Allí se encuentra Sterling club. El coleccionista de cuadros Antoniy ha convertido una oficina de dos salas en una obra de arte desde finales del siglo XIX y principios del XX. Los antiguos objetos invitan a los búlgaros a hacer un viaje por el mundo, y a los extranjeros a gozar de una atmósfera acogedora.
En Sterling club pueden ojear antiguos libros en diferentes idiomas a la luz de un candelabro de Arabia Saudita. En un armario austriaco de 1900 están colocados volúmenes del libro Artes Folclóricas Búlgaras, obras de Tolstoy, Historia de la Literatura Francesa, cuentos de Jack London, entre muchos otros. Pueden hacer un brindis en una mesa francesa, sentarse en una silla belga, ver cigarrillos de 1919 y un cenicero antiguo de Australia. Desde el miércoles hasta el domingo pueden escuchar música en vivo, gozar de los lienzos de Emanuil Vasilev y de acuarelas pintadas con gran maestría.
“Lo que más me gusta es el camello, es un juguete de 1900”, dice el propietario de Sterling Club, Antoniy. Otros objetos favoritos míos son las armónicas, que son muy raras y llevo años coleccionándolas. Con gran placer toco en ellas. No tengo apego especial a algún objeto, pero lo que más me agrada son los cuadros. Si tengo una oportunidad “salvo” cuadros, ya que, como saben, en tiempos de crisis el arte se vende barato. Si uno busca con persistencia, sin duda, encontrará algo interesante. Por ejemplo, he recopilado objetos de América del Sur, de Perú, Chile, así como de la India”.
Sterling Club es un magnífico lugar para relajarse con amigos y es una verdadera fuente de energía artística. Se reúnen allí, sobre todo, personas tentadas por las artes. ¿Acaso hay otro lugar en Sofía donde pueden ver un tallado en madera medieval que semeja el de la Iglesia de Boyana (monumento de la cultura de la UNESCO) y una plástica indígena de cobre?
Versión en español por Hristina Taseva
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