Debido a su aislamiento en la política exterior durante la mayor parte de 2014, Bulgaria tiene la mayor presencia en la la categoría “seguidores pasivos” de la política europea común. La congelación del proyecto South Stream y la dificultad de Bulgaria en mantener esta decisión convierten a este país, a diferencia de otros miembros comunitarios, en un líder en la categoría “diversificación para reducir la dependencia de Rusia.”

Así lo señalan los resultados de la quinta edición del European Foreign Policy Scorecard 2015 (Cuaderno de Política Exterior 2015). Es un tipo de clasificación basada en la valoración sistemática anual del trabajo de la UE con el resto del mundo. El informe asigna puntuaciones a los países de cara a su participación en la política exterior, calificándoles de “líderes”, “seguidores” o “rezagados”, dependiendo de si promueven o dificultan la consecución de los intereses europeos sobre objetivos específicos. El informe comenta el autor del análisis para Bulgaria, Marin Lesenski, director del programa “Políticas Europeas” del Instituto Sociedad Abierta.

“Lo más importante es que Bulgaria ya ocupa su lugar de país miembro de la UE y da su opinión sobre los asuntos europeos. Desde este punto de vista, Bulgaria ya es uno de los factores en la toma de decisiones en la UE. El 2014 fue un año difícil en cuanto a la política interna del país, ya que se sucedieron tres gobiernos y de allí es muy complicado hacer la valoración de la política exterior. Lo bueno es que Bulgaria ya no es calificada de país rezagado sino, en la mayoría de los casos, es “seguidora” de las políticas europeas, lo cual es un indicio de desarrollo positivo en comparación con años anteriores. Bulgaria ya es “líder” en uno de los ámbitos analizados, el de energía. Sin embargo, de Bulgaria se espera que se muestre más activa en cuanto a temas de especial interés para ella como la ampliación de la UE y los Balcanes. En estos temas Bulgaria podría asumir una postura más activa y ser lo que se exige de ella, ser un líder y llevar a cabo la política exterior europea. Es algo que logran pocos países comunitarios, incluso los grandes desde el punto de vista diplomático y de los recursos de que disponen”.

La valoración se hace según lo hecho en la práctica y los recursos dados y no según actitudes e intenciones, dice Marin Lesenski. Por ejemplo, en cuanto a “ayuda humanitaria y apoyo para el desarrollo de otros países”, estamos acostumbrados a percibir Bulgaria como un país “subdesarrollado”. Sin embargo, visto desde afuera y en comparación con terceros países y países en conflictos, Bulgaria es un país desarrollado del cual se espera prestar ayuda y lo que hace en la práctica prestando ayuda a países en situación mucho peor que la nuestra, señala el experto. El punto de partida de la valoración es si esto es positivo para el interés común de la UE y de allí para el interés nacional.

“El estudio señala que en la mayoría de los casos, por no decir en el 100 %, coinciden las posturas nacionales de los países comunitarios sobre los temas analizados, más concretamente sobre los conflictos en Ucrania, en el Oriente Medio y en Siria. Desde este punto de vista, 2015 es un buen año para la política exterior de la UE, hay coincidencia de intereses. Es otro tema cuál es el resultado de esta política y si logra sus objetivos. Lamentablemente, vemos que es muy difícil conseguir los resultados deseados por la UE. Si volvemos unos años atrás, en 1992, Bulgaria fue país vecino de un conflicto, el de la ex Yugoslavia en los Balcanes. Sabemos lo mucho que duró, lo difícil que fue ser resuelto y también el largo período en que Bulgaria sentía las consecuencias negativas de este conflicto. La economía del país fue afectada. Bulgaria sufrió consecuencias políticas y todavía quedan algunas cuestiones no resueltas. La lección es que se debe reaccionar de forma oportuna y unánime”.

Según Daniel Mitov, ministro búlgaro de Asuntos Exteriores, en 2014 han aumentado los retos que afronta la UE e incluso se han vuelto más complejos. “En vez de enfrentarse a una guerra fría, Europa afronta una multitud de conflictos calientes”. ¿Cómo arrancó el año 2015?

“De manera muy preocupante. Se intensificaron las amenazas internas de terrorismo en Europa después del ataque en Paris pero esto está relacionado con el conflicto con el Estado Islámico, un conflicto externo para la UE. Vemos cómo aumenta la tensión también en Ucrania. Así que 2015 será difícil y pondrá retos ante Europa”.

Versión en español por Vesela Petrova