Ha sido convocada una reunión para constituir la Asociación de Entrenadores de Fútbol de Bulgaria. Forman parte del comité organizador algunos de los especialistas más renombrados del fútbol nacional.

“En el fútbol de este país los únicos que no tienen organización hasta el momento son los entrenadores, aunque son ellos los que más entienden de fútbol”, opina Stefan Grozdánov, especialista en este deporte y uno de los promotores de la constitución de la Asociación. Su colega Dimítar Dimitrov “Jero” afirma que actualmente los técnicos búlgaros están mucho mejor preparados que hace 20 años. Sin embargo, ¿por qué esto no rinde el resultado esperado?

Stoycho Mladénov, entrenador jefe del CSKA, perteneciente a la generación de oro del fútbol búlgaro de los años 80 del siglo XX, responde a esta pregunta con otra, retórica: “Los técnicos búlgaros son muy competentes. No obstante, ¿cómo hacer una selección y atraer futbolistas sin tener medios para ello?, y ¿cómo, sin pagarles el salario durante 2 o 3 meses, motivarlos a salir en la cancha y cumplir las instrucciones tácticas”. Además describe la situación de la siguiente manera: “Al entrenador búlgaro se le humilla constantemente. Su destino depende de una victoria o de una derrota. En Bulgaria no se nos tiene respeto, mientras que en el extranjero el técnico es el número uno. Los propietarios depositan toda su confianza en él porque carga con la responsabilidad. Al asumir un equipo el entrenador pone en juego su prestigio. En el fútbol hay resultados negativos que no siempre dependen del técnico sino de la calidad de los jugadores, de la selección. Los entrenadores occidentales tienen autosuficiencia. Cuando deciden separarlos del cargo los indemnizan al 100 % y son protegidos por la ley. En Bulgaria las cosas no son así. El técnico trabaja por poco dinero y tras el segundo partido le despiden. De esta manera perdemos no sólo a los entrenadores experimentados sino también a los incipientes”. Según Mladénov, los entrenadores búlgaros son más valorados en el Oeste que en su propio país.

“Los entrenadores supuestamente están mejor preparados y, sin embargo, ahí están los resultados – es el triste balance del entrenador Velislav Vútsov –. La selección nacional masculina ha llegado a parar en la cuarta urna, con los equipos débiles. La juvenil no puede salir adelante para nada. Los menores no pueden clasificarse a un nivel más alto en ningún torneo. Los equipos de clubes, excepto el Ludogorets que vuela alto no obstante las dificultades, quedan eliminados en la 1ª ronda por equipos mucho más débiles. Hay entrenadores pero no hay jugadores. Hace unos años nuestros futbolistas jugaban en el Barcelona, el Manchester United, el Bayern de Munich. Ahora, cuando enviamos a alguien de reserva en el Sporting nos alegramos como si lo hubiésemos vendido en la Luna. En Bulgaria hay unos mil técnicos. Tenemos que unirnos para buscar solución. Hasta el momento hemos guardado silencio porque si alguien de nosotros abre la boca la Unión de Fútbol lo multa; en cambio, si se dice algo en contra de un entrenador éste no puede defenderse”.

La idea de la nueva estructura es garantizar la tranquilidad y la defensa de los entrenadores, dar ideas y recomendaciones relacionadas con el campeonato nacional, la concesión de licencias a clubes y a técnicos, el intercambio de experiencias entre los entrenadores consagrados y los de la joven generación. La Asociación será registrada en la UEFA y mantendrá contacto con organizaciones afines en Europa, se valerá de su experiencia para luchar contra las irregularidades en el fútbol búlgaro.

Los promotores de la constitución de la Asociación de Entrenadores declaran que su objetivo no es oponerse a la Unión Búlgara de Fútbol sino resolver conjuntamente los problemas. Este es el camino para hacer realidad el sueño que une a futbolistas, entrenadores y afición: ver una fuerte selección nacional, fuertes equipos de clubes y jugadores búlgaros que propaguen la fama de Bulgaria por el mundo.

Versión en español por Daniela Radíchkova