“Para conocer al pueblo búlgaro cabalmente, a la par de otras investigaciones etnográficas y folclóricas, reviste especial importancia el estudio de los ornamentos tradicionales búlgaros. Debemos analizarlos, descifrar la creación artística del pueblo búlgaro y entender qué elementos creó por sí solo, qué otros tomó prestados de otros pueblos y qué ha dado a estos pueblos en el ámbito de la creación popular”, escribió en 1913 el eminente pintor nacional, Stefan Badzhov, en su libro, Los bordados tradicionales búlgaros.
A esta norma se atienen Stoika y Zlatka Popov, madre e hija de Plovdiv que hacen lo posible por conservar y difundir los tradicionales bordados búlgaros en su forma original. Las dos tienen en su haber más de 30 exposiciones en Bulgaria y otros países. Piezas elaboradas por ellas han sido exhibidas en Skopje, Tokio, Moscú, Suiza, y en todas partes han suscitado enorme interés.
El 11 de junio, en el Instituto de Etnología y Folclorística con Museo Etnográfico, perteneciente a la Academia de Ciencias de Bulgaria, fue inaugurada una nueva exposición de las dos bordadoras titulada La magia de los bordados búlgaros, que podrá ser vista hasta finales de este verano.
“Últimamente, la gente suele preguntar de dónde hemos tomado el original y qué es: parte de una falda, de un traje o es el pecho de una camisa, y no podemos sino dar explicaciones muy detalladas - refiere Stoika Popota -. Por esto en la actual exposición hemos adjuntado los originales tomados del Museo Etnográfico, del que hemos copiado el dibujo de los bordados, y enseñamos cómo ha sido hecho cada bordado y qué aplicación puede tener en la decoración del hogar o de las prendas de vestir modernas”.
Antaño, las búlgaras conocían más de 100 puntos de bordado. Lamentablemente, la mayoría se han perdido o han caído en el olvido. En los bordados modernos se emplean unos 10 puntos. Sin embargo Stoika y Zlatka Popov han descubierto piezas bordadas antiguas y han logrado rescatar algunos de los puntos olvidados. Es así que en las magníficas piezas que presentan en la exposición se pueden ver unos 30 puntos.
En su esfuerzo por restaurar las técnicas antiguas, los trajes y los dibujos del bordado, las dos bordadoras sufren a veces decepciones.
“Estoy indignada por algunos artesanos y artistas plásticos búlgaros que hacen bordados estampados - dice con amargura Stoika Popota -. ¿Acaso podría un bordado ser una estampa? Si para el vestuario escénico de un conjunto de danzas tradicionales se podría emplear el bordado mecánico, hacerlo con estampas resultaría postizo. No debe haber trajes falsos, bajo ningún concepto. Nosotras elaboramos piezas únicas y procuramos aproximarnos al máximo al traje autóctono. Menos mal que la gente busca piezas auténticas, de elaboración y decoración originales. Últimamente, se observa una tendencia a hacer bodas con trajes tradicionales, que se alquilan a los museos etnográficos. Otra tendencia es vestir prendas con elementos decorativos tradicionales de elaboración moderna. Es algo positivo ya que indica que los jóvenes se interesan por la tradición”.
“Rojo, marrón, negro, azul, verde, amarillo en todos sus matices son los colores presentes en los policromos bordados búlgaros - explica Zlatka Popota -. Están presentes casi todos los colores, dependiendo de la región”.
¿Hay elementos característicos únicamente de los bordados búlgaros? Zlatka responde: “El árbol de la vida, el caballo, las flores, diferentes elementos animales, la cabeza de gallo son elementos muy característicos de los bordados búlgaros, lo mismo que el llamado kené, una especie de encaje que sirve para decorar el pecho, las mangas y los puños de la camisa, así como la falda. El bordado tradicional búlgaro es muy rico en ornamentos y colores”.
Según el pintor Stefan Badzhov, de comienzos del siglo XX, en los bordados la mujer búlgara ha vertido toda la riqueza de su alma. “Cual auténtico pintor, ella capta las formas naturales y las reproduce sobre la tela, estilizándolas con habilidad”, concluye Stefan Badzhov.
Versión en español por Raina Petkova
Fotos: Desislava Ivanova
Madlen Bozhilova Amín es portadora del premio Tesoro humano vivo de la UNESCO para el año 2021 por un proyecto relacionado con la elaboración de una prenda de vestir antigua típica de la región de Kyustendil, denominada saya . Hace tiempo la búlgara..
Al igual que muchos otros países europeos, Bulgaria tiene cientos de miles de ciudadanos que han elegido vivir en el extranjero. En general, podríamos dividirlos en dos tipos: la antigua y la nueva emigración. Las razones para acabar en el extranjero..
Por octava vez la ciudad de Kardzhali acoge el Festival Folclórico de los Clubes de Aficionados a los bailes tradicionales Perpera. El foro reunirá hoy en el podio del teatro en Kardzhali más de 420 bailadores de todo el país. Ellos interpretarán sus..