La agricultura biológica y la alimentación a base de productos cultivados  en zonas no contaminadas y con intervención mínima en la naturaleza  van camino de transformarse en la nueva pasión de la humanidad. Los productos con la etiqueta “Bio” no aparecen al lado de los demás alimentos en los escaparates de los grandes supermercados. Para su exhibición se ha habilitado un área comercial especial.

La estadística señala que a nivel mundial en los últimos 10 años, las áreas en que se desarrolla la agricultura biológica casi se han duplicado. El sueño de muchas personas es que la obtención de productos bio  desbanque la producción convencional hartamente conocida. De momento, sin embargo, el precio de los productos biológicos no es accesible para todos los consumidores. Son precisamente estos elevados precios los que hacen que los productos bio búlgaros se mantengan al margen del interés del consumidor masivo. El mercado en Bulgaria se encuentra encogido y en él sólo se coloca un 10 % de la producción bio nacional. El resto se exporta a países de la UE, a EEUU, Japón, entre otros países.

En Bulgaria el sector de los productos biológicos, siguiendo las tendencias mundiales, ha ido expandiéndose notablemente en los  últimos años. Los productores suman ya unos 4 mil y la cifra no deja de aumentar cada año que pasa, según datos de la Asociación búlgara “Bioproductos” .A los agricultores se les ofrecen incentivos, a través de  programas de desarrollo de las zonas rurales, para que abandonen la producción convencional y se dedique la agricultura biológica. ”Los subsidios sí son importantes pero es más importante aún la filosofía de la bioagricultura que no produce daños en la naturaleza y, además, la producción es útil para la salud humana”, dice Albena Simeonova, copresidenta de la citada asociación.

“Los bioproductos no se utilizan en Bulgaria en las cocinas públicas, no forman parte de la dieta de los niños en las guarderías infantiles y las escuelas. Lo que producimos se destina en su grueso a la exportación lo que no es óbice para el desarrollo del sector en Bulgaria. El porvenir de los pequeños y medianos granjeros reside en la producción biológica. Somos las personas que vivimos en el campo y fomentamos el desarrollo de los pequeños núcleos poblacionales. Los productores bio también se desvelan por el equilibrio en la naturaleza, son unos innovadores en el terreno de la agricultura. En nuestra labor nos proponemos mantener la alta calidad de los alimentos, seguridad en el consumo, procuramos proteger el medio ambiente y popularizar los beneficios de nuestro trabajo entre el mayor número posible de consumidores”.

Bozhidar Petkov lleva años dedicándose a la agricultura biológica. Cultiva frambuesas en la zona de la serrana localidad de Troyan. La zona es una de las más limpias en Bulgaria desde el punto de vista ecológico y es muy propicia para desarrollar la bioagricultura. Bozhidar Petkov es presidente de la asociación de productores de frambuesas. Dice que las posibilidades para incrementar los beneficios en este sector van en aumento aunque la producción biológica no esté disfrutando de gran interés por parte de los consumidores nacionales.

“Actualmente existe un marcado interés por nuestras frambuesas y fresas. Las exportamos a Alemania, Holanda, los países escandinavos, EEUU. Las posibilidades de obtener ganancias son importantes pero, de momento, resulta sumamente difícil el acceso a los vastos mercados  con una producción de pequeño volumen. Procuramos mejorar la situación para poder ofrecer producción biológica búlgara en mayores volúmenes. La diferencia en el precio entre un producto biológico y otro convencional no es muy grande pero para nosotros la bioagricultura es  una filosofía y un modo de vida. Las dificultades no nos harán desistir de  nuestro trabajo. Lo que a mi personalmente me atrae es la producción de productos naturales empleando métodos y tecnologías que habían utilizado nuestros antepasados. Efectivamente, las áreas en que se cultiva una producción biológica van aumentando en Bulgaria pero lo que llama la atención es que esta expansión está motivada, de momento, por un interés mercantil.

Los proyectos elaborados en este período programático son muy numerosos y espero que el interés se vaya a afirmar. Si tuviera que dar un consejo a los agricultores principiantes en la producción bio, les sugeriría empezar por pequeños pasos, por cultivar áreas no extensas. Si cometen errores al comienzo que les servirán de enseñanzas. Es que  no por casualidad existe un período crítico, de unos 3 años, para pasar  de la agricultura convencional a la biológica. Es en este lapso en el que  uno afronta las mayores dificultades. Luego se consigue un equilibrio biológico en el cual las cosas van avanzando en forma natural y la intervención humana se vuelva ínfima”.

Versión en español por Mijail Mijailov