Una nueva iniciativa benéfica denominada “Si has dado”, ya va acumulando adeptos en Sofía. La idea es de Stefan Cholakov, propietario de un restaurante, quien opina que es una barbaridad echar a la basura la comida apropiada para el consumo que quedó en los restaurantes después del fin del día laboral. El cuadro estremecedor de una persona buscando algo de comer en los contenedores de basura movió a Stefan pensar que sería un excelente logro dar de comer al menos de una persona.
Movido por esta magnánima idea, cada tarde Stefan Cholakov reparte comida a ancianos abocados al hambre por sus míseras pensiones, a personas sin hogar y a desempleados. El restaurador ha asegurado un mostrador refrigerado frente a su local en que los vecinos dejan comida para ayudar a los hambrientos. Denominó el mostrador Help Corner y desde que existe con frecuencia vistan el local madres con niños pequeños que traen pasteles y dulces preparados en condiciones caseras. En palabras de Stefan Cholakov la idea goza de gran interés y los donantes van en aumento.
“Hace tres meses, cuando limpiaba la cocina para el próximo día, tuve que echar a la basura varias porciones de comida. Entonces juré que esto nunca volverá a suceder. Por un lado, porque respeto la labor que he invertido en la preparación y por los buenos pingredientes que siempre escojo para la cocina de mi restaurante. Me di cuenta de que en vez de echarla a la basura puedo regalar la comida y propuse a amigos de las redes sociales que me informen de personas necesitadas. La primera persona fue una anciana que vive con menos de 100 euros al mes.
Ella vino al restaurante después de que había pagado las cuentas para los servicios comunales, se había quedado sin dinero y durante tres días no había comido nada. Comenzaron a venir otras personas después de las ocho de la tarde para recibir una porción. Este gesto benéfico cobró popularidad en el barrio y algunos vecinos comenzaron a visitarnos para traer comida para los pobres. En un momento colectamos tanta comida que para que no se echara a perder comenzamos a llevarla a casas de minusválidos. Todo indicaba que la iniciativa iba cobrando velocidad y la actividad de los vecinos nos obligó a colocar un frigorífico en que uno podía dejar comida, incluso cuando el restaurante estaba cerrado.
No cabe duda que nos sentimos bien cuando hacemos bien, ya que esto es parte de la naturaleza humana. Mi restaurante se encuentra en uno de los barrios prestigiosos de Sofía. Muchos de los donantes tienen profesiones respetadas, entre ellos hay médicos y comerciantes que no son indiferentes hacia quienes sufren privaciones. Ayudan también personas de a pie. Algunos se suman a la iniciativa comprando lentejuela y judías blancas que dejan en el local. El estatus financiero no define la bondad de la gente”, señala Stefan Cholakov.
En los tres meses desde que aparte de su restaurante se dedica a la beneficencia, Stefan Cholakov ha notado que cambia el estatus financiero de los necesitados. Algunos de los pobres encontraron trabajo y comenzaron a donar alimentos a la cocina. “Con ellos el número de los donantes va creciendo”, dice Stefan Cholakov.
“Nadie puede decir con certeza que en su vida no llegará un momento desfavorable. Incluso personas activas en un momento se ven obligadas a buscar ayuda. Lamentablemente, el sistema social nos inculca que debemos ser individualistas y vivir en competencia. Mi opinión es que la sociedad puede cuidar de sus miembros. Si cuidamos uno del otro, sobre todo de los más pobres, entonces viviremos mejor y seremos más fuertes. De momento nuestra actividad benéfica se desarrolla sin el apoyo del Estado, al margen de las leyes y sin su cooperación. No es un secreto que no me atengo a la ley búlgara que restringe las donaciones. No puede gravarse con un impuesto del 20 % todo lo que se dona. Ahora mediante mi restaurante hacemos donaciones sin que esto figure en ninguna parte. No tiene sentido crear una organización jurídica para la iniciativa después de que en la práctica la ley no nos lo permite. De este modo seguiremos siendo un grupo de personas unidas mediante Internet que ayudan con lo que pueden. Somos ya más de 20 mil sin pertenecer a una organización jurídica. Cada uno que toma comida de nosotros y la lleva a casa de un minusválido ya es parte de la iniciativa. A nuestro grupo pertenecen las personas que antes de ir de vacaciones vacían sus frigoríficos en casa y traen la comida a nuestro Help Corner para donarla a los pobres”.
Versión en español por Hristina Taseva
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