Un estudio científico sobre el código genético de los búlgaros va camino de borrar la creencia , profundamente arraigada en los búlgaros, de nuestro origen túrquico-altaico. Recientemente científicos búlgaros e italianos se dedicaron a la tarea de establecer qué hay en los genes de los búlgaros modernos y arribaron a resultados pasmosos .Llegaron , al mismo tiempo también a una pregunta retórica, de que si la ciencia precisa llamada genética podrá, por sus datos, ajenos al lastre de las emociones, sobreponerse al fardo ideológico que ha aumentado a través de los  años.

Los científicos se han retrotraído cinco milenios para elaborar el mapa genético según el cual los búlgaros somos herederos de los tracios y los protobúlgaros. Primero estudiaron huesos y dientes encontrados en las necrópolis tracias. El material genético recogido de los protobúlgaros se remonta a los siglos VIII a X después de Cristo. Tras cotejar las muestras del pasado con las de 900 búlgaros modernos, el resultado indica lacónicamente que “se trata de una población europea que es la más cercana a los húngaros, los croatas y los italianos”.

En este rastreo de gran envergadura de los orígenes de los búlgaros participan la Cátedra de Genética Médica de la Universidad de medicina, de Sofía, el Instituto de Microbiología, el Instituto de Antropología, el Museo Nacional de Arqueología, con museo, de la Academia de Ciencias de Bulgaria y la Universidad de Florencia cuyo laboratorio explora el material genético:

Si miramos el mapa genético veremos que los tracios se encuentran más alejados de los búlgaros modernos y de los protobúlgaros, mientras que éstos y los búlgaros modernos se encuentran más cercanos, dice Desislava Nesheva, especialista en genética. Esto se explica por la importante diferencia cronológica que hay entre las muestras estudiadas: los tracios vivieron en el milenio anterior a la nueva era y luego, en ésta los datos sobre ellos se fueron volviendo cada vez más exiguos. Se observa , con todo, que se encuentran cerca de los búlgaros modernos y de los protobúlgaros, y lo curioso es que están más alejados de los helenos!.

Hay más : Hemos comprobado que los búlgaros no tenemos un vínculo genético con las poblaciones túrquicas y altaicas .Tampoco tenemos relación genética con los turcos modernos, pese a que se haya considerado que por el dominio turco se habría mezclado material genético. Ni siquiera los protobúlgaros presentan un vínculo genético con los turcos ni con las poblaciones túrquico-altaicas .Desgraciadamente, no hemos podido estudiar a eslavos antiguos, por haber carecido de suficiente material genético de éstos .Cabe señalar que los eslavos antiguos practicaban la cremación de sus muertos. Al comparar , sin embargo, los búlgaros con los eslavos modernos a escala mundial se ve que no tenemos parentesco con ellos.

¿Ha sido fruto de coyuntura política o resultado de la falta de herramientas científicas la teoría de que los búlgaros somos, básicamente, eslavos?

Posiblemente ambas hipótesis traen su granito de verdad, dice Desislava Nesheva. Sabido es que la historia se suele reescribir en función de los intereses. Por otra parte la genética en los últimos decenios ha avanzado mucho. Manejamos la metodología óptima que rinde resultados excelentes. De manera que cabe admitir que la historia, en cierta forma, había sido manipulada y tergiversada. La genética, sin embargo, es una ciencia exacta y ofrece información precisa.

Puesto que ya se ha comprobado que los búlgaros llevamos en nuestro fuero interno también algo de los tracios es bueno saber que ellos han sido una civilización antigua que ha dejado un legado histórico y cultural variado y rico en los Balcanes. Por otra parte vemos que también su herencia genética ha ejercido su influencia en la formación de los búlgaros modernos, agrega Nesheva.

Se espera que los resultados del estudio genético se hagan públicos en una prestigiosa revista científica. Mientras, los científicos sueñan con conseguir recursos para retroceder, en esta ocasión, al octavo milenio antes de Cristo y estudiar a pueblos más antiguos aún que vivieron en las que son hoy las tierras de Bulgaria.