Después de la Navidad y las celebraciones con motivo del Año Nuevo, la Epifanía y el Día de San Juan Bautista están entre las más veneradas fiestas de invierno en Bulgaria. En plan espiritual estas fiestas purifican el cuadro festivo de los marcos materiales para elevar la conciencia hacia los auténticos valores de la existencia humana: la caridad y la salvación. Estas preclaras fiestas de invierno conocidas como Epifanía y Día de san Juan evocan el bautizo de Jesucristo en el río Jordán y glorifican a su bautista, San Juan. En vísperas de la Epifanía y el mismo día de la fiesta se realiza el rito de la gran consagración del agua.
El agua se consagra al sumergir la cruz, símbolo de la victoria de Jesucristo sobre la muerte. Este sacramento se hace en el centro del templo ortodoxo por los sacerdotes que pronuncian una oración especial. Durante la misa se consagran simbólicamente todas las aguas por la tierra. En Bulgaria, después de la misa solemne, en la plaza frente al Santo Sínodo en pleno centro de Sofía, se consagran las banderas militares y las unidades del ejército búlgaro.
Esta tradición se remonta a la época del zar Simeón el Grande, cuando antes de la batalla de Ajeloy, en 917, las banderas búlgaras y los soldados fueron bendecidos con el agua del día de la Epifanía. Según la iglesia ortodoxa, el agua de Epifanía se utiliza para ahuyentar la impureza corporal y espiritual. Por esto todos los creyentes llevan a sus casas de esta agua para poder utilizarla durante todo el año.
Hay testimonios de la consagración del agua desde la Antigüedad. A principios del siglo II san Agustín habla del amplio uso de las aguas que se consagraban en su época y se utilizaban para la curación. Por esto las propias oraciones que los sacerdotes pronuncian sobre el agua aparte de ser una bendición son una exhortación al espíritu santo para santificarla. Por esta razón es de gran importancia la fe del sacerdote que ejecuta el rito y la fe de las personas para las cuales se hace la consagración del agua.
En Epifanía después de la solemne liturgia los creyentes se dirigen al vecino embalse donde el sacerdote consagra el agua. Allí el padre tira la cruz al agua y a pesar de las bajas temperaturas de enero jóvenes y no tan jóvenes se apresuran a sacarla del agua. Las personas ancianas dicen que si el cielo está despejado y la cruz se congela en el agua es un augurio de que el año será abundante.
Según una antigua tradición, los hombres de la ciudad de Kalofer, al pie de la Cordillera de los Balcanes, vestidos de trajes típicos entran en las aguas heladas del río Tundzha para interpretar la ronda típica masculina famosa en toda Bulgaria. Dando lentos pasos los hombres cantan una canción folclórica para estar sanos y fuertes durante todo el año. El interés por esta ronda no deja de crecer y la pequeña ciudad apenas da cabida a todos los deseosos de participar y de ver este rito. En palabras del alcalde de la ciudad, Rumen Stoyanov, “el rito secular responde a los requisitos de la Organización Mundial de Patrimonio Cultural, adscrita a la UNESCO”, lo cual motiva a los vecinos de Kalofer de postular a la lista de este año.
El baño ritual continúa al próximo día cuando la iglesia ortodoxa búlgara venera la memoria de San Juan Bautista, el último de los profetas del Viejo Testamento. En la tradición popular búlgara el Día de san Juan los solteros bañan a las mozas, las esposas jóvenes y las niñas de menos de un año de edad para que ellas también se purifiquen con el agua consagrada del día de la Epifanía. Los llamados “jornadas sucias” (desde el día de san Ignacio hasta la Epifanía) ya han pasado y todos se llenan con la esperanza de que vengan tiempos mejores cuando se cumplirán todos sus anhelos.
Versión al español de Hristina Taseva
El 6 de septiembre de 1885 Bulgaria volvió a convertirse en un Estado unido. En una entrevista para Radio Bulgaria el profesor Iván Ilchev, de la Universidad de Sofía san Clemente de Ohrid, cuenta de los factores que comdijeron a la Unificación,..
Su Santidad el Patriarca búlgaro y metropolitano Daniil de Sofía presidió la Santa Liturgia festiva, junto con el obispo Pacomio de Branitsa, el obispo Gerasim de Melnik y los sacerdotes de la Iglesia ortodoxa búlgara. El servicio solemne se celebra..
El 29 de agosto la Iglesia Ortodoxa Búlgara conmemora la decapitación de San Juan Precursor y Bautista. Para la Iglesia de Cristo, San Juan el Precursor es el más grande entre los profetas, y por eso lo conmemora seis veces al año. El 23 de..