La ciudad de Vidin se sitúa en la esquina noroeste de Bulgaria. Su ubicación, a lo largo de la ribera del Danubio, y la proximidad de Rumania y Serbia determinan las influencias mutuas de las culturas tradicionales.

Los siglos de convivencia han dejado su impronta en el extraordinario patrimonio folklórico de la música, la danza, las canciones y el sistema de ritos y costumbres de los vecinos de Vidin. El Ensable de Canto y Danzas Folklóricas “Dunav” (el nombre en búlgaro del río Danubio), junto con los genuinos cantantes, músicos y danzadores locales, se ha convertido en un fiel guardián del folklore de la región de Vidin pero presentado mediante actuaciones concertísticas y espectáculos musicales y de danza.

Este año el Conjunto celebra 45 años desde su fundación; años que abarcan el período de los primeros pasos, las búsquedas artísticas, la labor diaria realizada con un gran amor por la tradición. Gracias a todo ello la agrupación se consagró como una de las mejores en el país y se granjeó a lo largo del tiempo logros y reconocimiento a nivel nacional y en el extranjero.

Guencho Guenchev, director artístico principal del Conjunto de Canto y Danzas Folklóricas “Dunav”de Vidin, resalta algunas de las etapas importantes en el desarrollo del mismo.

Me uní al Conjunto a los cuatro años de su fundación. Primer director del coro era Luben Boldokov, y de la orquesta, Kamen Marinov. Al graduarme, en 1975, por la Academia de Música, fui nombrado en el Conjunto “Dunav”. En aquel entonces la formación de los músicos en notación musical ya había terminado de modo que seguí trabajando por el método de imitación de oídas sólo con el coro. Ninguna de las cantantes podía leer las notas. Poco a poco fuimos uniendo a cantantes más jóvenes que ya conocían las notas. Ahora las cosas son más fáciles ya que muchas de las integrantes del coro se han graduado por el Conservatorio. Cuando iba a formar parte de esta agrupación, Filip Kutev, el fundador de ese tipo de conjuntos, me dijo: “Te incorporas al conjunto de Vidin pero debes ser reconocible para los oyentes en Bulgaria, es decir, no debes ser un imitador pálido de otros conjuntos. Tienes que crear una agrupación con fisonomía propia, buscar canciones, melodías y danzas locales que puedas ofrecer a las diferentes formaciones que la integran. Así, cuando empiecen a tocar en la radio todo el mundo sabrá que estos son los músicos de Vidin”. Mi tarea principal es buscar, conservar y difundir el folklore del noroeste búlgaro. Sin embargo, cuando vamos al extranjero, presentamos danzas, melodías y canciones de otras regiones folklóricas de Bulgaria ya que somos representantes de este país.



Somos laureados y ganadores de medallas de oro de todos los festivales nacionales. En 1981, en el concurso de Zakopane, en Polonia, se nos otorgó el Gran Premio, el Hacha de Oro. Citaré las palabras del Prof. Reyfus, de la Universidad de Cracovia: “Ustedes han vuelto a restaurar la hegemonía de los conjuntos búlgaros para la correcta interpretación del folklore búlgaro”. Hemos tenido éxito también en concursos importantes en Rumania, Italia y Egipto. En Turquía hemos obtenido el Segundo Premio en un concurso prestigioso en el que participaron 20 agrupaciones. En Bulgaria somos portadores del premio Lira de Cristal, otorgado por la Unión de Músicos y Bailarines de Bulgaria.

Fotos: Archivo personal