Megalitos, dólmenes primitivos, gigantes de piedra antropomorfos salidos de los cuentos de hadas, aunque todavía escondidos en la tierra, intactos por las hordas de turistas.
Así es como, en su segundo libro, Nikolay Ninov presenta más ojos/trampas/desafíos del tiempo en el que sólo se puede echar un vistazo imaginando viajar, en una máquina del tiempo, a épocas pasadas.
Plataformas rituales, guardianes, dueños de los mundos naturales, pero también topónimos con rocas como protagonistas:
perforadas, torcidas o paralelas, de peso inanimado de 50 a 60 toneladas.
Llegar a la mayoría de estos increíbles fenómenos naturales, de un cierto “retoque” civilizatorio, no está al alcance de la mayoría de la gente, y esta es, probablemente, la mejor variante para la preservación de aquéllos.
El libro de Nikolay Ninov va acompañado de coordenadas GPS precisas lo que sugiere un futuro posible para el turismo de aventura, que sería el viaje con drones; de momento, sólo visualmente.
Las tomas a veces sorprenden apenas después de una segunda visualización. Es así como se ha revelado uno de los “rostros” en el nuevo álbum, y también otro más en los anteriores “Sueños repetidos” del artista.
No por casualidad en muchos idiomas “sueño” y “fantasía” son palabras intercambiables. El tiempo mira con diez ojos, de Nikolay Ninov, es para todos aquellos quienes, persiguiendo sus sueños/fantasías le dan sentido a su vida.
En el megalito El Corazón seguramente sabrán reconocerse.
Versión en español por Daniela Radíchkova
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