Las bacterias acidófilas fueron descubiertas y descritas para la ciencia a principios del siglo XX. Lo interesante es que en 1963 un microbiólogo armenio, el Prof. Levon Erzinkian, consiguió aislar la cepa específica por la que en 1964 recibió la patente de su descubrimiento. Desde entonces, la leche acidófila obtenida de esta cepa se produce en Armenia, Ucrania, Kazajistán, Moldavia y otros países del mundo, con diferentes nombres comerciales. Esta es parte de la información que se puede encontrar en el interior de los botes de yogur acidófilo búlgaro, parte del surtido de un conocido productor de Bulgaria, que despertó gran interés por parte de los consumidores en la feria alimentaria especializada "El mundo de la Leche", celebrada en Sofía. En palabras de los tecnólogos en la industria láctea, se trata del producto lácteo más innovador de todos los que han surgido en los últimos años en el mercado. Es el resultado de investigaciones y experimentos de larga data en busca de alimentos consistentes. Para lograr un sabor del gusto de los consumidores, una empresa de Gabrovo especializada en diseño y desarrollo de alimentos elaboró más de 30 recetas diferentes, incorporando a la leche las bacterias búlgaras Lactobacillus Bulgaricus y Streptococcus Thermophilus y el fermento acidófilo Lactobacillus Acidophilus.

Lo más importante es que se ha logrado el objetivo: se ha creado un nuevo producto que no solo tiene un buen valor nutricional, sino que también aporta al organismo humano bacterias beneficiosas que afectan de forma permanente la salud. "Las innovaciones alimentarias son habituales, pero nosotros tuvimos la suerte de toparnos con  estas bacterias y los beneficios que aportan para la salud. Tuve la ocasión de convencerme a mí mismo de lo que ocurre cuando se consumen estos productos, dice Ivan Lesev, por idea del cual se elaboró el yogur.

Las bacterias acidófilas son las primeras que tenemos tras el nacimiento. El niño las asimila en su organismo en el momento de nacer, si es que nace de forma natural. Estas bacterias son uno de los dos tipos de bacteria más útiles para la salud humana. La forma en que las producimos y las ofrecemos en el yogur les da una oportunidad muy buena de sobrevivir y establecerse en el estómago humano, donde pueden crear una colonia y así contrarrestar los problemas gastrointestinales. Este producto de yogur acidófilo lleva más de 50 años produciéndose en algunos países. Los productos que contienen esta bacteria están tradicionalmente disponibles en los comedores infantiles de los países que lo utilizan. Esto significa que el yogur acidófilo ha demostrado sus buenas cualidades y ya ha llegado el momento de que llegue también a los consumidores búlgaros. Y la diferencia entre Bulgaria y otros países es que en el extranjero se ofrece principalmente como un producto curativo y dietético. Sin embargo, nosotros intentamos que el sabor sea similar al del yogur búlgaro, de modo que en el fermento añadimos también la bacteria búlgara Lactobacillus Bulgaricus. Así, además de la utilidad del yogur búlgaro tenemos otro componente saludable. 

El yogur es uno de los principales productos presentes en la mesa búlgara y conserva el sabor y la calidad tradicionales. Por lo tanto, la aparición de una nueva variedad es un verdadero desafío para el fabricante.

El nuevo producto se parece completamente al yogur búlgaro, pero por norma no se produce únicamente con la bacteria búlgara. Esta es la principal diferencia, explica Ivan Lesev. Lo importante es que nosotros añadimos a la leche dos ingredientes más, que son prebióticos naturales. No son alimento para las personas, pero sí son alimento para las bacterias buenas de nuestro organismo, y así tratamos de ayudar a sobrevivir a las bacterias que nos protegen de las enfermedades. Desafortunadamente, en la etapa de diseño de nuevos alimentos, la mayoría de ellos incluyen ingredientes que no son naturales. Esa química, como la llamamos popularmente, es desconocida para el organismo humano. Tiene buenas propiedades saborizantes y a menudo no podemos distinguirla de los productos naturales, pero no proporciona los mismos nutrientes que se obtienen a través de los naturales. Desafortunadamente, hay cada vez más productos de imitación en el mercado, que sin embargo están lejos de ser naturales.

Versión en español por Marta Ros