Los ministros búlgaros de Defensa e Interior, Krasimir Karakachanov y Mladen Marinov, respectivamente, acompañados por altos mandos de la Policía de Fronteras y del Ejército de Tierra, se encuentran hoy, 9 de abril, en la zona del puesto de control de frontera de Kúlata, en la frontera de Bulgaria con Grecia. La visita es la consecuencia de la reunión urgente, convocada el día anterior en Sofía por el primer ministro, Boiko Borisov, para examinar medidas con vistas a afrontar eventual aflujo masivo de migrantes desde Grecia, vía Bulgaria, rumbo a Europa Occidental.

La celeridad de la reacción búlgara está motivada por temores a que se pueda reactivar la llamada “Ruta balcánica” de la migración hacia el Viejo Continente. Este trayecto está considerado como cerrado ya en el año 2016 y, desde entonces a esta parte, Bulgaria ha registrado una presión migratoria cero a lo largo de sus fronteras meridionales .No obstante, algunos acontecimientos, acaecidos en Grecia y Turquía en las últimas semanas, han generado recelos que esta situación pueda cambiar.

A diferencia de la crisis migratoria unos años atrás, hoy no es la frontera de Bulgaria con Turquía, sino la frontera que tiene con Grecia la que está siendo considerada por Bulgaria como la más vulnerable. Según ha comentado el propio primer ministro búlgaro, la frontera con Turquía está siendo custodiada bien y funcionan los acuerdos pactados con ese país sobre la migración pero, “respecto a Grecia, sí existe un problema”. Ofrece motivos complementarios para la alarma del Ejecutivo la circunstancia de que, tanto en Grecia como en Turquía, entre los propios migrantes hay individuos que se empeñan en organizar un movimiento masivo hacia Europa Occidental, y la zona del puesto de control fronterizo de Kúlata es la más peligrosa desde el punto de vista de la penetración de nutridos grupos. A esta etapa, según estimación hecha por el Ministerio del Interior, la situación en las fronteras de Bulgaria se mantiene normal aunque hay necesidad de reforzar la presencia de unidades de la Policía de Fronteras y la Gendarmería Nacional. Los temores son bastante serios, a juzgar por el hecho de que se permite el apoyo del ejército a las unidades de la policía y la gendarmería. Es que se recurre a la intervención de efectivos militares únicamente en casos excepcionales .Tras la reunión urgente del día 8 de abril, el ministro de Defensa señalaba que el ejército se encontraba dispuesto a asegurar 1200 efectivos, en el marco de 24 horas, y destinar un total de 3 000 efectivos en conjunto para la vigilancia de las fronteras,.

A diferencia de lo que ocurrió en las últimas semanas en Turquía y Grecia, en Bulgaria en estos momentos no se registran intentos de los migrantes por organizar traslados a Europa Occidental. No obstante, a juicio del ministro de Defensa, Krasimir Karakachanov y además, viceprimer ministro para Asuntos de la Seguridad, “no podemos descartar la probabilidad de que algo similar ocurra también en Bulgaria”, y así Bulgaria debe adoptar medidas como las ya tomadas en los vecinos países del sur. Debe hacerlo no sólo movida por consideraciones relativas a la seguridad nacional, sino también por el hecho de las inminentes elecciones al Parlamento Europeo, ya que si alguien pretende desestabilizar Europa por medio de un aluvión de migrantes intentará hacerlo.

Si, con todo, se llegara a una penetración masiva de migrantes, Bulgaria podría alojarlos en los campamentos, creados para la anterior oleada migratoria, en los que están disponibles dos tercios de las plazas para su alojamiento. Sin embargo, el tema de la eventual acogida de migrantes es extraordinariamente sensible para la opinión nacional y se le puede aprovechar con facilidad para provocar ánimos políticos negativos. Justo por ello, el ministro de Defensa ha desaconsejado el uso del tema de los migrantes con fines preelectorales. Estas tentaciones, empero, no se pueden eludir con medidas institucionales, sino únicamente con el comportamiento políticamente responsable de quienes participan en el proceso electoral.

Versión en español por Mijail Mijailov