La compañía de viajes británica (con participación china) “Thomas Cook”, la más antigua y una de las mayores del mundo, se ha declarado en quiebra y ha dejado colgados a 600.000 turistas por todo el mundo. Pero no solo los turistas se han visto afectados, sino también los hoteleros que hasta hace poco recibían huéspedes enviados por el operador turístico. Esto también ha sucedido en Bulgaria, donde cada año vienen 350.000 - 450.000 veraneantes de vacaciones con la agencia británica y su filial alemana. Su aerolínea ocupa más del 50% de los vuelos chárter a los aeropuertos de Varna y Burgás. El problema con la situación actual es que la probabilidad de que los hoteles búlgaros obtengan su reembolso por las noches que alojan a los turistas es escasa. Esto supondrá un tsunami para el turismo búlgaro, según ha declarado a Radio Nacional de Bulgaria Rumen Draganov, director del Instituto de Análisis y Evaluación del Turismo. Draganov estima que las pérdidas ascenderán a unos 50 millones de euros. Por su parte, el presidente de la organización de propietarios de hoteles, Plamen Kopchev, admite que es probable que quiebren hoteles también en Bulgaria, porque se trata de sumas enormes que no se sabe cuándo serán reembolsadas. La ministra de Turismo, Nikolina Angelkova, ha anunciado que actualmente en Bulgaria hay 5.940 turistas que han llegado al país a través de la empresa en quiebra, los cuales están siendo gradualmente repatriados en diversas aerolíneas.

Según el Ministerio de Turismo, durante el verano se ha registrado una disminución del número de turistas extranjeros de entre el 3% y el 6%, compensado en cierta medida por un aumento del 15% de los turistas búlgaros. Pero ahora parece que el sector tendrá que asumir el amargo trago de las facturas impagadas y lidiar con serios problemas financieros. “Thomas Cook” no tiene una filial búlgara y utilizaba los servicios de la agencia de viajes búlgara “Astral Holidays”. La compañía se ha puesto en contacto directamente con algunos de los hoteles, lo que complicará aún más el pago de las sumas que se deben. La práctica habitual de Thomas Cook es pagar 60 días después de que el turista haya dejado del hotel, y ya que la compañía termina su año financiero en septiembre, los pagos generalmente se realizan el 1 de octubre, explica la hotelera Rostislava Dimitrova al diario “Dnevnik”. Su hotel trabajó desde el principio con el turoperador alemán Neckermann, y luego con Thomas Cook, que lo adquirió. Actualmente, el operador turístico británico en quiebra debe 1,5 millones de euros, ya que el hotel todavía aloja a 209 turistas de la empresa británica. Rostislava Dimitrova ha recibido garantía de “Thomas Cook” de que cobrará la deuda en octubre. Polina Karastoyanova, Directora Ejecutiva de la Junta Nacional de Turismo, ha solicitado a todos los operadores turísticos interesados ​​que acudan a la Junta Nacional de Turismo, que está preparada para ayudar a resolver las reclamaciones de los operadores turísticos.

Además del daño directo al turismo búlgaro, es probable que se cancelen los futuros viajes del turoperador hasta el final de la temporada. “Thomas Cook” tenía vuelos programados hasta el 8 de octubre. Por supuesto, los acuerdos de 2020 tampoco podrán implementarse.

La ministra de Turismo de Bulgaria, Nikolina Angelkova, fue una de las primeras en reaccionar a la noticia de la quiebra de la agencia de viajes británica. El lunes declaró que el Estado respalda el negocio turístico búlgaro y hará todo lo que esté a su alcance para proteger sus intereses financieros. El martes se celebró una reunión de emergencia a la que asistieron todos los hoteleros y operadores turísticos que trabajan con “Thomas Cook”, la Embajada Británica y la Comisión de Protección al Consumidor, así como todas las partes interesadas. Las pérdidas para el turismo búlgaro ascienden a millones de levas, reconoce la ministra Angelkova, que ha expresado su preocupación por que esta quiebra también pueda tener un efecto negativo en la temporada turística 2020.

Versión en español por Marta Ros