Bulgaria: un país de tradiciones y alto profesionalismo en el arte del ballet. En 2019 se han cumplido noventa años del natalicio del maestro Emil Dimitrov.

Hombre visionario de ideas inspiradoras sobre el provenir de los foros dancísticos, creó en 1964 el primer concurso profesional de ballet en Bulgaria, que se celebra en la ciudad marítima de Varna. Gracias a los esfuerzos y entrega del maestro Dimitrov, el prestigioso foro se fue afirmando a lo largo de los años como centro atractivo para numerosos jóvenes de talento quienes posteriormente se convertirían en bailarines de talla mundial.

En el año a punto de terminar se ha conmemorado, asimismo, el 120 aniversario del natalicio de Anastas Petrov, el creador del ballet búlgaro. En su honor, en Dobrich, su ciudad natal, desde el año 1982 se viene organizando un concurso que ostenta su nombre.

En su primera edición el ganador del Gran Premio a la Maestría Artística fue Yasen Valchanov, una de las estrellas del ballet nacional. En mayo, el Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Sofía celebró el 60 cumpleaños del primer solista con el espectáculo La dama de las camelias con música del compositor italiano Giuseppe Verdi, en el que el reputado bailarín búlgaro encarnó el papel del conde Giray. Yasen Valchanov es discípulo de la Academia Vagánova de Ballet de San Petersburgo. Ha sido ganador de medallas de oro y bronce del Festival Internacional de Ballet de Varna. De 1993 a 2000 ejerció como director artístico del elenco de ballet del Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Sofía.

Otra festividad relevante en esta institución cultural el pasado mes de febrero fue la conmemoración del 80 aniversario de la primera bailarina Krasimira Koldamova, galardonada con el Collar de Cristal por la Unión de Músicos y Bailarines de Bulgaria por su contribución al arte de ballet nacional. Koldamova se graduó por la Escuela de Ballet de Sofía y luego se especializó en el Teatro Bolshoy de Moscú. Uno de sus papeles emblemáticos y memorables es el de Carmen del ballet homónimo con música de Georges Bizet y Rodión Shchedrín, en su primer estreno en Bulgaria. Koldamova es una de las fundadoras del Ballet Arabesque, y en 1991 creó su propio estudio de ballet en el que sigue trabajando hasta hoy en día con niños de talento enamorados de la danza clásica. Para bailar lindo hay que tener linda el alma; este es el espíritu que la primera bailarina cultiva en sus pupilas.

También en mayo la primera bailarina Diliana Nikifórova ha presentado las últimas tres décadas de la historia del ballet nacional en un libro titulado El ballet nacional búlgaro a finales del siglo XX y comienzos del XXI, que recoge más de 400 fotos en que se han plasmado momentos de puestas en escena, ensayos y estrenos inolvidables.

El 29 de noviembre el Ballet Arabesque estrenó la obra La reina de las nieves, basada en el cuento para niños del mismo nombre del escritor danés Hans Christian Andersen. La coreografía es de Anguelina Gavrílova, quien es también solista de la troupe. También en este espectáculo el Arabesque apostó por soluciones visuales de vanguardia, trajes escénicos insólitos y música impactante, utilizando fragmentos de obras de Jean Sibelius, Modest Músorgski y Piotr Ilich Chaykovski entre otros compositores, y el leitmotiv de la propia Reina de las Nieves es el sonido de una tempestad. Es mi primer trabajo importante como coreógrafa, que hago yo sola. El espectáculo también debe causar impacto sobre los niños a través de la estilística de la danza moderna, dice Anguelina Gavrílova en una entrevista con Radio Nacional de Bulgaria.

Marta Petkova, primera bailarina del Ballet Nacional de Bulgaria, ha cosechado un gran éxito en Oslo (Noruega) con su participación en La bayadera, obra fundamental del repertorio de las compañías de danza clásica, puesta en escena por la gran bailarina y coreógrafa rusa Natalia Makárova. Según la opinión unánime de la crítica, la actuación de la artista búlgara es uno de los mayores logros del ballet búlgaro desde hace muchos años. Marta Petkova actuó como artista invitada a petición de su colega, el también búlgaro Kaloyán Boyadzhíev, primer solista en Oslo. Al princio, se trataba de un breve solo, pero en el proceso de trabajo, Petkova obtuvo el papel titular, el de la bayadera. El compañero de Marta Petkova es Kimin Kim, primer bailarín del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, cuya agenda para los próximos años está llena.

Marta Petkova es natural de la capital Sofía. Aunque no recuerda haber soñado de niña con ser bailarina, obtuvo su primer tutú a la tierna edad de tres años. En 1995 ingresó en la Escuela Nacional de Danza, y siete años más tarde pasó a formar parte de la compañía del Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Sofía. En sus entrevistas dice que, pese a los momentos difíciles por los que ha pasado, nunca pensó en renunciar. En el ballet no veo el dolor, sólo la belleza. Con el tiempo, me di cuenta de que dedicarse al ballet vale la pena si se es uno de los mejores.