En Gabrovo, la ciudad del humor, a veces se pueden encontrar historias poco alegres a primera vista. Como la de Simona, que creció en una familia de una madre y seis hermanos y hermanas, y soñaba con jugar al futbol ante estadios llenos a tope. Hoy ya juega para el San Marino y continúa subiendo un peldaño tras otro. Igual que lo hizo aquel primer día cuando comenzó su historia repleta de coraje, abnegación y mucho amor.

• play
• pause
• stop
• mute
• unmute
• max volume

/

• Simona Petkova, la futbolista con el corazón valiente

Update Required To play the media you will need to either update your browser to a recent version or update your Flash plugin.

Simona Petkova jugó su primer partido cuando tenía 16 años en un torneo para parejas en su ciudad natal. Allí la notaron y llegó a Sofía para sumarse a la selección de la Academia Nacional de Deporte. Estaba obligada a ir a la escuela, entrenar y trabajar a jornada completa. Un día estaba tan agotada que se desmayó en la caja en la que trabajaba. Esta chica luchadora no solo desarrolló su talento mediante entrenamientos individuales que ella misma se imponía, sino que logró graduarse por la Academia Nacional de Deporte. Después comenzó a buscar oportunidades por el mundo entero. 

Primero comenzó a jugar en Inglaterra para el Leads Ladies de cuarta división, pero medio año después pasó a formar parte del Wattford, de clase mucho más alta. Tras una exitosa temporada en que descolló como goleadora del equipo, firmó un contrato profesional en Italia pasando por Barri, Empolli y San Marino. La gente me respeta y me señala como ejemplo para el resto de las chicas algo que no ha sucedido hasta ahora. Para mí este es un gran paso hacia adelante, dice Simona Para su equipo actual.

Las dificultades te pueden machacar o pueden hacer una persona más fuerte. En la cancha hay muchas dificultades, cuando tienes lesiones o, cuando hay problemas en el equipo. Yo misma soy la persona más intransigente para mí misma y pienso mucho en cada pase incorrecto, en cada entrenamiento y en cada partido que no transcurrió bien.

Aunque es considerada una muchacha fuerte Simona tiene un lado muy tierno. Las rimas son una de mis ocupaciones favoritas, me gusta expresar mi opinión escribiendo, agrega ella de sus dos poemarios. Pero retoma el tema deportivo y agrega: El futbol es mi verdadera pasión, soy una maniática y siempre trabajo con el balón en mis pies.

En la cancha se inspira en Ronaldo y señala que en el caso de las  mujeres hay más pasión y emociones.

Él es un ejemplo de cómo una persona que no tuvo posibilidades financieras puede trabajar y cambiar las cosas. Todo radica en la psíquica y en el deseo. Uno puede lograrlo todo siempre y cuando da todo de sí.

Un día  cuando termine con el deporte activo Simona se propone crear su sistema metodológico y aplicarlo en Bulgaria para aportar que el futbol nacional abandone el fondo que ha tocado.

No se trata solo de dinero, en Bulgaria faltan las personas que trabajen con pasión y que deseen lograr altos resultados, es categórica ella. Qué es lo que da el entrenador a sus competidores o en qué atmósfera se trabaja, son muchas las cosas que podemos cambiar pero cada uno se justifica diciendo que no hay dinero o buenas condiciones. La cuestión es qué podemos crear con las condiciones de las cuales disponemos. Al fútbol búlgaro le falta un objetivo concreto y una estructura bien definida. El otro problema es que esperamos que los resultados vengan de hoy para mañana. Tanto en el futbol como en la vida se trabaja con planes a largo plazo y no se pueden esperar resultados sin haber creado nada. Los resultados no son un regalo.

La meta más próxima ante Simona es clasificar su equipo en la serie A de Italia y poder gozar el más largo tiempo posible del juego que ha sido su salvación durante toda su vida.

Cuando estoy en la alfombra verde me siento llena de energía y de deseo de jugar y me olvido del mundo, lo único que hago es concentrarme en el entrenamiento o en el partido concreto, agrega ella.

Fotos: archivo personal