Los productores búlgaros de cereales se sienten preocupados de cara a la colocación de sus productos, puesto que ésta encuentra mercados básicamente en el extranjero. De extenderse la epidemia de Covid−19, se vería obstaculizada la llegada a los clientes del mundo de los nuevos cultivos cerealistas.

Asegurar los mercados, mantener la calidad y la cantidad de los cereales de la cosecha 2020 constituyen las prioridades esenciales de los agricultores en las condiciones de estado de emergencia−comenta Tsvetán Berberov, presidente de la Unión Tracia de Productores de Cereales, ante la emisora regional de Radio Nacional en Stara Zagora− . Es un hecho que estamos principalmente orientados a la exportación en cuanto a los cultivos; me refiero al trigo, la cebada, la colza y el girasol. Por desgracia, el mercado nacional no es capaz de lograr su colocación en Bulgaria, agrega Berberov.

Según los productores de cereales, la campaña primaveral de siembra del girasol, el maíz entre otros cultivos tardíos ha comenzado a buen ritmo. Se espera que los cultivos de trigo, cebada y colza estén en un estado óptimo debido a las lluvias caídas en marzo. No obstante, las preocupaciones mayores en los próximos meses estarán relacionadas con las formas más adecuadas para preservar la vida y la salud de los agricultores para que puedan cumplir con normalidad sus faenas.

Nos sentimos preocupados de verdad porque cada cual es experto en determinada operación y si se queda fuera de combate, habrá que reajustar cada una de las máquinas −explica Tsvetán Berberov− . Como cerealistas y miembros de esta sociedad, estamos a favor de las reglas y el acato de todas las normas. Al igual que en cualquier otra actividad, también nosotros usamos mascarillas protectoras, hacemos desinfecciones regulares y consideramos que el confinamiento social es la mejor variante en este momento. Sin embargo, de verdad resulta ser muy difícil.

Sin embargo, ante la gente de este sector aparece una nueva oportunidad. Resulta que quedarse en casa por el confinamiento social y la cuarentena provocan un aumento del consumo de alimentos. No podemos dar abasto a la demanda de frutas y hortalizas, dice el cerealista. Este hecho debería sentar nuevas pautas para una parte de los agricultores, y el Estado habría de socorrer la producción nacional, estima Tsvetán Berberov.

Versión en español de Mijaíl Mijailov