Un aparato del tamaño de auricular de teléfono es capaz de detectar la presencia de Covid−19 ya antes de ser comprobada tal presencia por pruebas PCR. El aparato ha sido diseñado por científicos italianos, españoles y búlgaros y ya se está utilizando para diagnosticar y rastrear la infección.

Bastan ocho espiraciones en el aparato para sacar conclusiones de si ha surgido una inflamación de las vías respiratorias. De esta manera, se puede medir la temperatura del pulmón y comprobar con precocidad una infección recién originada. Se presume que en el caso del coronavirus la temperatura del infectado se dispara ya antes de presentarse los síntomas clínicos.

”Se trata de un aparato que en términos convencionales podríamos llamar termómetro para los pulmones −explica el Prof. Tódor Popov, del Hospital Multidisciplinario Universitario San Juan de Rila, científico primordial en el marco de este proyecto internacional− . En principio, existen termómetros muy diversos que nos dan una idea de si en el organismo humano se ha originado alguna inflamación. Sin embargo, cuando medimos la temperatura del aire exhalado, obtenemos información no sólo sobre la temperatura general del organismo, sino también del estado del sistema respiratorio y el grado en que éste pueda encontrarse afectado por alguna inflamación”.

El aparato ha sido concebido para pacientes asmáticos, ya que en ellos se registra una inflamación de las vías respiratorias y, por ende, su temperatura se eleva. Dado que un proceso similar transcurre también en el contagio por Covid−19, el equipo internacional decidió hacer uso de los equipos ya dotados con licencia para rastrear la dinámica de la fiebre. Esto se está practicando no sólo en Italia y España, países ambos con número muy elevado de pacientes, sino también en Bulgaria.

En Bulgaria, primero van dotados de tales termómetros las personas que han estado en contacto con enfermos de coronavirus. Con estos aparatos se mide su temperatura por la mañana y por la noche, y los valores van siendo registrados automáticamente en un sitio especial y se hace un seguimiento de si en sus pulmones se desarrollará una infección.

”De lo que en este caso se trata es de telemedicina, de una medición a distancia del tipo más avanzado −dice el Prof.Tódor Popov− . De esta forma, el paciente no está en contacto con otra persona, que no podrá contagiar, en tanto que nosotros llegamos a ver cómo evoluciona la infección y tratamos de rastrearla en el tiempo. Me refiero a cuándo ha comenzado a subir la temperatura del aire espirado, cuándo han aparecido los síntomas, en fin, vigilamos todas las cosas importantes desde el punto de vistas del control sobre la enfermedad”.

Según el científico, la epidemia de coronavirus en Bulgaria va amainando, pero nadie es capaz de predecir si se trata de una tendencia perdurable o bien se producirá una nueva ola de Covid−19.

”Opinar sobre cosas que todavía no acabamos de entender, sin saber en qué forma se manifestarán ellas, amén de ser irresponsable, es indicio de excesiva presunción −comenta el Prof. Tódor Popov− . Personalmente, no me animo a hacer conjeturas sobre algo que es distinto de la experiencia que hemos acumulado hasta ahora. A falta de información suficiente de otra índole, creo que las medidas de prevención son la forma en que podríamos contener la infección. El coronavirus va mutando en el tiempo y seguramente incide en él la temporada del año. Se trata de algo que es una novedad para todos nosotros”.

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BNT, archivo