Vasil Levski, símbolo nacional de la lucha del pueblo búlgaro contra el dominio otomano, pasó su infancia y adolescencia en un modesto hogar en su Kárlovo natal, una pequeña ciudad del centro sur de Bulgaria. La casa familiar de una planta −en el estilo típico de inicios del Renacimiento Nacional búlgaro− fue construida en el siglo XVIII por el abuelo de Levski, Kuncho Ivanov. A la derecha de las escaleras de piedra se encontraba el escondite del Apóstol, camuflado por un armario empotrado en la pared, en el que se guardaban apiladas una encima de otra alfombras dobladas.
Deshabitado durante mucho tiempo, el edificio cayó en la ruina en los años posteriores a la Liberación (1878). Fue restaurado en 1933 según un proyecto del arquitecto Dimítar Ivanov, en tanto que los vecinos de Kárlovo y los soldados de la guarnición local ayudaron en las obras de reconstrucción aportando materiales y trabajo voluntario. Las sobrinas del Apóstol ayudaron a recrear el interior auténtico. En 1937, la casa de Vasil Levski abrió sus puertas a los visitantes y hace más de 80 años es un museo que atesora valiosos testimonios sobre la familia y la vida y obra del máximo héroe nacional de Bulgaria.
Para conocer más datos interesantes sobre la casa del Apóstol de la Libertad, les invitamos a leer el artículo “La casa de Vasil Levski, reconstruida de las cenizas, se ha convertido en santuario” de la colección de Radio Bulgaria.
Fotos: vlevskimuseum-bg.org
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