La quinta moción de censura al Gobierno de Boyko Borisov no ha conseguido tumbar al Ejecutivo. La moción fue rechazada por los votos del partido gobernante GERB y su socio de coalición, los Patriotas Unidos. Votaron por la destitución del Gobierno 102 diputados del Partido Socialista Búlgaro y el Movimiento por Derechos y Libertades, partido de los turcos étnicos de Bulgaria. Votaron el contra de la destitución del Ejecutivo 124 diputados de la coalición gobernante de la mayoría parlamentaria. Hubo once abstenciones.

El 16 de julio, el Partido Socialista promovió la moción de censura al Gobierno por corrupción, sobre el telón de fondo de las protestas diarias en el país que exigen la dimisión de primer ministro Boyko Borisiv y el fiscal general Iván Gueshev. Al término de la votación, Manuil Manev, diputado por el GERB, se ha dirigido a la oposición, diciendo que la izquierda había engañado a los jóvenes que protestaban en las afueras del Parlamento, y que estaba pretendiendo destruir el país. Spas Gárnevsku, también diputado del GERB, ha manifestado que las protestas son “un intento sin precedente de sedición contra el Gobierno legítimo del país”. Según Valeri Zhablanov, del Partido Socialista, la tendencia a elecciones anticipadas persiste. ”Si realmente desean ustedes entender los motivos para la moción de censura y los del grueso de quienes protestan, hagan un análisis político, social y de gestión a fondo, porque dentro de unos meses se enfrentarán a la víspera de las elecciones”, ha enfatizado Zhablanov.

Los manifestantes, que habían cortado la circulación por la avenida delante del Parlamento, acogieron la votación con gritos de “¡Dimisión!”. "No hay sorpresas, todos sabíamos que iba a ocurrir justamente de esta forma. Esta moción de censura no tiene nada que ver con nuestra moción de censura. La nuestra seguirá en pie", han manifestado ante Radio Nacional representantes de los ciudadanos en protesta.