El 6 de agosto la Iglesia Ortodoxa Búlgara conmemora la Transfiguración de Jesucristo, una de las fechas más preclaras del calendario

Según los textos evangélicos, en este día Jesucristo reveló a tres de sus discípulos su origen divino. 

“Te has trasfigurado en el monte, Tus discípulos han visto Tu gloria, y cuando Te vean en la cruz, sabrán que has sufrido para predicar al mundo que Tú de veras eres el halo de Dios Padre”.

El Evangelio cuenta que Cristo trató de preparar a sus seguidores para su Pasión. Los corazones de sus discípulos se colmaban de tristeza al escuchar estas palabras. Para fortalecer su fe y darles ánimo, Cristo llevó consigo a Pedro, Santiago y Juan, y subió con ellos al monte Tabor, cerca de Galilea. Como solía hacer, se alejó y comenzó a rezar, y sus discípulos se quedaron dormidos. Cuando despertaron, vieron a Jesucristo transformado: su rostro resplandecía como el sol, y su ropa se había vuelto blanca como la nieve. Con Él, brillando en gloria, estaban Moisés y Elías. Apareció una nube que cubrió a los profetas del Antiguo Testamento, y de la nube se escuchó una voz diciendo: “Este es Mi Hijo amado, en quien está mi gracia! ¡Escúchenlo a Él!”. De regreso de la montaña, Jesucristo prohibió a sus discípulos hablar de lo ocurrido hasta su Resurrección. 

La Transfiguración del Señor cae en medio del ayuno de la Asunción de la Virgen. En este día, los creyentes comulgan y es permitido consumir pescado. Es una tradición de la iglesia y también popular el día de la Trasfiguración llevar uva a la iglesia para ser bendecida por los sacerdotes con oraciones e incienso. Después la uva se reparte entre los creyentes para salud. Según la creencia popular, a partir del día de la Transfiguración, el verano se “rompe” y emprende el camino hacia el otoño. Todo se transforma: las aguas de los manantiales y los ríos se enfrían, los días y las noches se vuelven más frescos. Con la fiesta de la Transfiguración de Jesucristo están vinculadas varias creencias y costumbres que pueden conocer pinchando AQUÍ. 

Versión al español de Hristina Táseva

Fotos: BGNES