Más de 80 receptores de radio se encuentran exhibidos en el Museo de Historia de la ciudad de Polski Trumbesh, en el norte de Bulgaria, en una exposición que se extenderá hasta finales de octubre. No ha sido fruto de la casualidad la elección de este museo para montar esta curiosa muestra.
”Los objetivos y cometidos de un museo de historia apuntan a enseñar lo que se vincula con la historia y la cultura de una determinada región, y es que los aparatos de radio han sido parte integrante del día a día de la gente –señala Jristo Jaritonov, director del Museo de Historia– . Recuerdo aquellos años tempranos en los que en cada casa se separaba un cuarto especial para el receptor de radio. Éste no sólo ocupaba su puesto en ese cuarto, sino que era objeto de cuidados especiales: se recubría siempre con un mantelito bordado a mano sobre el que se ponía una maceta con una flor. ¿Qué más hubiera sido aquello, a no ser un altar peculiar a la información, a la conexión con el mundo?”
Una parte de la exposición está dedicada a Radio Nacional de Bulgaria, que ha sido una de las entidades coorganizadoras de la muestra. Atraen poderosamente la atención las fotos de archivo de todos los búlgaros famosos que habían desfilado por los estudios de esta Emisora, los actores, los locutores, los acontecimientos que habían marcado la historia de la Radio de Bulgaria.
”La asistencia que nos ha ofrecido Radio Nacional de Bulgaria ha sido extraordinariamente valiosa, pues somos el Museo de Historia más reciente de Bulgaria, y el respaldo importa mucho para los jóvenes –dice el director del museo– . Hemos incluido en esta muestra información sobre el surgimiento de la Radio, la época en que vería la luz (año 1935), y también sobre las emisoras regionales. Y, desde luego, hemos dedicado gran atención a la colección de receptores del Ing. Kiro Marinov”.
Este coleccionista ha facilitado a los efectos de la exposición 70 receptores de radio fabricados antes y después de la II Guerra Mundial en Bulgaria, la República Federal Alemana y las antiguas República Democrática Alemana, Checoslovaquia y Unión Soviética.
Tras la II Guerra Mundial, en base a la labor desarrollada por los pioneros en este sector, se crearon tres empresas estatales, y Bulgaria fue convirtiéndose en un país primordial en la fabricación de equipos de radio y se mantuvo durante muchos años en una posición de líder en este ramo.
“Cada uno de estos aparatos incorpora su breve historia –comenta el Ing. Kiro Marinov– . No me fui fijando exclusivamente en lo tecnológico y lo técnico de estos equipos. Descubrí antes que nada la aportación de los búlgaros y su afán de mostrar su gusto por el progreso y su individualidad a través del receptor de radio, este objeto milagroso que estaba presente en cualquier hogar del país. Muchas personas llegaban a vender sus parcelas agrícolas para luego comprarse un aparato de radio. Aquellos receptores de radio estaban colocados en un lugar visible del hogar durante decenios, encerrando recuerdos entrañables. Pese a que, de hecho, lo único que hacemos sea escuchar la radio, se convierte ésta en un interlocutor, en un participante paritario en un diálogo”.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Zdravka Maslyankova
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