Una calabaza de 300 kilogramos se convirtió en atracción en las tradicionales fiestas de otoño en la ciudad de Sevlíevo, en el centro de Bulgaria. La calabaza, símbolo de los agricultores locales, adorna la plaza central en estos días festivos. La gigantesca muestra le valió el gran premio y mil levas (500 euros) a DelyánTóshev, de la ciudad de Gotse Délchev, al sudeste del país, quien la cultivo en el pueblo vecino de Gármen. Despiertan asimismo el interés el concurso culinario en que aficionados y profesionales prepararon tradicionales pasteles bánitsa, postres, platos y bebidas originales, basados en la calabaza. Aportan a la atmósfera festiva de la ciudad apodada Tikvenburg (Villa Calabaza) músicos, payasos y prestidigitadores.