Los promotores de las protestas cívicas en Bulgaria, el llamado Trío Tóxico, han pedido una participación masiva en la quinta Magna Sublevación Popular, anunciada por ellos y planeada para el 16 de octubre, en que se cumplen cien días desde el comienzo de las protestas. Las exigencias apuntan a la dimisión del primer ministro Boyko Borisov y del fiscal general Iván Gueshev, elecciones anticipadas, convocatoria de una Magna Asamblea Nacional, enmiendas a la Constitución.

La protesta 97 en la tarde del martes transcurrió con serenidad. Desde una tribuna improvisada se fueron repartiendo entre los participantes imitaciones de billetes de banco. La acción fue una alusión al premier Borisov, quien meses contados antes del término de su mandato y sobre el telón de fondo de las protestas se puso a comentar cómo subiría la pensión mínima y los sueldos de los docentes de las escuela y de las universidades. Esto, a juicio de los contestatarios, es un “soborno al electorado“.