Minutos antes de finalizar el año 2020, el jefe de Estado búlgaro, Rumen Radev, ha dirigido su tradicional mensaje de Año Nuevo al pueblo búlgaro, en el que ha expresado que Bulgaria y el mundo se despiden de un “año difícil y crucial”, en el que una pandemia ha causado la pérdida de seres queridos y ha supuesto una “dolorosa adaptación a una nueva forma de vida, trabajo, estudio y comunicación entre las personas”.

“Mi primer pensamiento hoy es para los búlgaros que están solos en esta noche de fiesta y recibirán el Año Nuevo en la necesidad, tristes y desilusionados, es también para los miles de médicos, enfermeras y celadores que se llevaron la peor parte de la calamidad que se nos vino encima, así como para todos quienes estarán de guardia de todos los servicios en Nochevieja”, ha resaltado al inicio de su intervención el presidente Radev, agregando que en 2020 la vida nos ha recordado lo que cuesta la libertad, la solidaridad y el humanitarismo.

“El año 2020 ha sido también el año del despertar de Bulgaria. Miles de personas han patentizado su voluntad de acabar con la mentira, la ilegalidad y la corrupción. En la plaza surgió la hermandad de la gente honesta”, ha dicho el Jefe de Estado, recordando las acciones de protesta contra la gestión del país.

“El consenso en contra de la mafia ha aunado a millones de búlgaros decentes en el país y en el extranjero, y el fracaso para hacer frente a la pandemia, la ruina de la pequeña empresa, la pobreza y la injusticia generalizada no hacen sino confirmar la necesidad urgente de un cambio radical”, ha manifestado Rumen Radev y ha recordado que en 2021 iremos a las urnas dos veces: para elecciones parlamentarias y para presidenciales. Según el Presidente, la organización de los comicios debe garantizar la salud y el derecho al voto de todos y cada uno de los búlgaros, incluso proporcionando votación mecánica, como también remota.

El Jefe de Estado asimismo ha destacado que Bulgaria necesita un liderazgo que “se ponga a desmantelar el modelo de gestión vicioso, fortalecer la estatalidad y la legalidad, detener el fraude, plantear como prioridad real la educación, la atención médica, la ciencia y la cultura, y al ser humano como un valor fundamental.

Al final de su discurso, el presidente Rumen Radev ha deseado un año “en el que tengamos la audacia, la inspiración y la determinación de hacer realidad el cambio que anhela el corazón de millones de búlgaros. ¡Ahora es el momento!”

Adaptado por Krasimir Martinov

Versión en español de Daniela Radíchkova