La publicación británica ha colocado el castillo en proximidad a la aldea de Ravadínovo, en el sureste de Bulgaria, en la lista de los 10 recorridos virtuales por edificios espectaculares de todo el mundo en tiempos de pandemia. De este modo, el castillo búlgaro ocupa un lugar al lado de obras maestras indiscutibles como Versalles en París, La casa de An de Cleves al este de Sussex, la Casa Batlló en Barcelona y la mezquita–madrasa del sultán Hassan en el Cairo, entre otros. Los lugares que forman parte de la clasificación pertenecen a distintas épocas y estilos arquitectónicos pero todos ellos ofrecen paseos virtuales a cualquiera que tenga acceso a Internet y tiene el deseo de sumergirse en una realidad mágica.

A diferencia del resto de los lugares de la clasificación, el castillo Enamorado del Viento fue construido recientemente y en varias ocasiones ha sido calificado abiertamente como un ejemplo de kitsch. A pesar de esto el castillo despierta gran interés. Además, con frecuencia se lleva premios internacionales y encabeza clasificaciones prestigiosas mundiales. Los autores de la clasificación de The Guardian lo describen de la siguiente manera: 

“En 1996 el empresario búlgaro de dudosa reputación Gueorgui Túmpalov (autoproclamado conde) trazó una cruz con una pala en una parcela al oeste de la ciudad marítima de Sozópol, en la costa del mar Negro. De este modo echó los cimientos de decenios de arduo trabajo para la materializar su palacio medieval falso soñado llamado Enamorado del Viento. Los visitantes que recorren su jardín pueden apreciar lagos y palmeras, torres envueltas en plantas trepadoras iluminadas por el sol de Bulgaria. Detengan el puntero del ratón en "Qué ver" para pasear por sus recintos cursi.

No se puede hacer zoom en retratos renacentistas, como suele ser en otros castillos, pero se pueden apreciar pinturas sobre vidrio, esculturas de bronce, terciopelo de color púrpura, elaborados con gran fantasía, al son del canto de las aves. La bodega, una combinación entre una cueva y sala de banquetes, ha sido amueblada en estilo barroco (con sedas de araña artificiales sobre los marcos de los cuadros). La sala de recepción de bóveda azul causa asombro por su exuberante decoración de elementos de oro y con los ciervos disecados”, comenta The Guardian.

Les proponemos que se enamoren del viento con un paseo virtual por el castillo barroco cerca de Ravadínovo aquí.

Versión en español de Hristina Táseva

Fotos: zamaka.bg, Pixabay