Sobre el telón de fondo de la guerra en Ucrania van menudeando los llamados a boicotear la celebración de la Fiesta Nacional de Bulgaria, 3 de Marzo, que por tradición es acompañada por la colocación de coronas de flores en señal de agradecimiento y actos de homenaje, con la asistencia de invitados oficiales, al ejército libertador de Rusia. El 3 de marzo de 1878 fue suscrito el preliminar Tratado de Paz de San Stefano para el cese de la guerra ruso-turca de 1877 a 1878 a raíz de la cual se produjo la liberación de Bulgaria del dominio otomano.
Según numerosas personas ahora es el momento para que Bulgaria cambie la fecha y el motivo de la fiesta patria.
Quien también opina así es el Prof. Ivaylo Dichev, quien enseña antropología cultural en la Universidad de Sofía. A su juicio los búlgaros padecemos un complejo nacional de agradecimiento a Rusia. ”Una de las manifestaciones de este complejo se traduce en nuestra fiesta nacional, única por sus características, pues, no hay otro país que celebre como una Fiesta Nacional algo en lo que él mismo no haya participado. El 3 de marzo se suscribía el Tratado de Paz de San Stefano, pactado entre dos imperios y sin la participación de ningún búlgaro, dice el Prof. Ivaylo Dichev y agrega que ya es hora de que los búlgaros nos libremos dela influencia de Rusia y empecemos “ a forjar nosotros mismos nuestro destino”. Dice, además:
“Estamos viendo cómo actúa la llamada “Liberación” por parte del “Abuelo Iván”, que es la imagen mitologizada de la Rusia libertadora en la conciencia colectiva del pueblo búlgaro bajo el poder otomano. Putin dijo que iba a Ucrania con el fin de enmendar ciertos errores históricos. Sin embargo, el problema es que esta postura arrogante de Rusia está siendo representada como libertadora, con el fin de ocupar el país. A consecuencia de esta misma posición los búlgaros hemos estado sumidos durante 45 años en el humillante estado de un país de soberanía limitada”, expresa el Prof.Dichev.
Opina que hay que adoptar como Fiesta Nacional la aprobación de la Constitución de Tárnovo, ocurrida el 16 de abril de1879, en virtud dela cual se sentó el principio del Estado búlgaro libre e independiente, Ivaylo Dichev ha comentado asimismo los recios vínculos históricos, culturales y espirituales entre los pueblos ruso y búlgaro:
“La cultura rusa siempre se mantuvo contraria a la autocracia rusa, a los regímenes rusos, comenzando por los decembristas. Y si debemos aprender de alguien, deberemos, desde luego hacerlo de los disidentes, los intelectuales y los científicos rusos. Hemos visto cómo lo primero que Putin hizo antes de lanzarse a esta agresión, fue el cierre de la organización defensora de los derechos humanos Memorial, dedicada a mantener vívala memoria delas víctimas del comunismo y fundada por el académico Andrei Sakharov”, dice Ivaylo Dichev.
A su juicio lo mejor sería que los búlgaros comencemos a concebir la cultura rusa no como una encarnación de la Ortodoxia y del Abuelo Iván sino como una cultura en cuyas entrañas se está librando una batalla por las modernización y la democracia. Hemos de desmarcarnos de los regímenes opresivos rusos de las diferentes épocas. ”En este sentido yo quisiera que boicoteáramos el 3 de marzo como una fiesta nacional”, ha expresado el Prof. Dichev y ha agregado:
“No se trata de oponernos a quienes lucharon contra el imperio otomano por nuestra libertad, y ellos no fueron únicamente rusos, también hubo ucranianos, rumanos, finlandeses etc. De lo que se trata es de elegir una fiesta búlgara nuestra, que traduzca nuestra independencia. Espero grandemente que en el contexto de la guerra en Ucrania se produzca un gesto de distanciamiento y de solidaridad. La iniciativa del Ayuntamiento de Sofía de desmantelar el monumento al Ejército soviético en la capital búlgara es un buen paso en este sentido.
Y que renunciemos, justo en estos momentos y como ciudadanos, a peregrinar a estos monumentos soviéticos y rusos”, señala en conclusión el Prof. Ivaylo Dichev.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: archivo BGNES
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