En su informe anual sobre los derechos humanos para el año 2021 el Departamento de Estado de los EEUU registra que Bulgaria afronta considerables problemas con los derechos humanos. En el informe se señalan, además, graves problemas con la independencia judicial, la corrupción, la intolerancia y las restricciones sobre la libre expresión, incluidas las amenazas de violencia contra periodistas y la presión corporativa y política sobre los medios de expresión. La parte del informe referente a Bulgaria está publicada por la Embajada de EEUU en Sofía. En el documento se expresa la preocupación por “la falta de control judicial contra una resolución de un fiscal de no oncoar una investigación” y por la influencia ejercida por la Fiscalía sobre el Consejo Superior de la Judicatura y los jueces y fiscales.

El Departamento de Estado no han omitido los datos de intervenciones ilegales de conversaciones telefónicas y los casos de personas vigiladas en Bulgaria, basados en la conclusión de la comisión especializada de la Asamblea Nacional de más de 900 personas, entre ellos políticos, jueces y fiscales y periodistas que fueron objeto de vigilancia durante las protestas antigubernamentales en 2020. Se menciona la investigación de violencia policial sobre los manifestantes que fueron sacados por policías y agredidos bajo las columnas del Consejo de Ministros en Sofía.

En el documento está citada una intervención del mes de mayo del año pasado del ex director general de Radio Nacional de Bulgaria, Andon Baltakov, quien dijo que la ley propicia la intervención política en la gestión de los medios de comunicación mediante una financiación controlada, aludiendo el ejemplo de cómo medios informativos independientes fueron objeto de presión a todos los niveles.