La pequña isla ha acogió a sus primeros visitantes ya el 16 de abril y va camino de convertirse en un destino cada vez más pretendido para la celebración de eventos personales como bodas, cumpleaños, entre otros actos festivos. Los barcos zarpan del puerto de Burgás. Hasta mediados del próximo mes de mayo, se harán dos viajes diarios al islote, que luego se volverán tres.

En Santa Anastasía, conocido en el pasado por el nombre de Bolchevique, se encuentra el único monasterio insular medieval que ha sobrevivido en la zona del mar Negro búlgaro. En el paso se le uso como una prisión política. Hoy en día hay un restaurante, zona hotelera, un museo con su colección, una playa acogedora con puerto, un puesto de venta de productos biológicos, entre otros. En 2021 el lugar fue visitado por 28 000 turistas, y en este, los administradores del islote esperan, basados en las reservas anticipadas, una temporada de mayor número de turistas.

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Este año los días feriados oficiales por la Pascua de Resurrección son cuatro -del 22 al 25 de abril- y el sector turístico apuesta básicamente por las visitas nacionales esperando así compensar al menos una pequeña parte de las pérdidas sufridas por la crisis de la pandemia de Covid-19. Se incorporará en forma activa a la cartelera festiva del Ayuntamiento de Burgás también el complejo turístico-cultural Chenguene Skele.

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El pasado fin de semana, los días 16 y 17 de abril, los visitantes han celebrado las festividades cristianas de San Lázaro y el Domingo de Ramos con una serie de iniciativas. Han podido asomarse a un abigarrado bazar primaveral, ver una muestra fotográfica, participar en talleres artísticos para grandes y pequeños, presenciar un concierto del Conjunto de Danzas Folclóricas Strandzha. Para la Pascua de Resurrección se espera un aluvión de turistas, incluidos grupos organizados del extranjero, que serán los primeros para la temporada.

Versión en español por Mijail Mijailov