Las lluvias torrenciales del 10 al 12 de junio han provocado la destrucción de una serie de carreteras en Bulgaria.

En el paso de Petroján (en la porción occidental de la cordillera del Balkán), donde el desbordamiento del río Bárziya se llevó buena parte del asfalto y socavó la carretera, se están realizando trabajos de mantenimiento y reparación para que en 24 horas pueda quedar abierto a la circulación al menos un carril en los tramos críticos.

Continúa el drenaje de la red de carreteras en la ciudad de Tryavna (centro norte de Bulgaria). Tras el drenaje de la estación ferroviaria local, se ha reanudado el servicio de trenes.

También se están eliminando los daños en las carreteras de los municipios de Varshets y Krivodol (noroeste de Bulgaria). Debido a las fuertes lluvias, ha colapsado un tramo de la carretera que conecta las ciudades de Silistra y Ruse (noreste del país), obstaculizado el tránsito.

El paso por un tramo de la carretera Blagoevgrad−Kresna (sudoeste de Bulgaria) está temporalmente restringido. El tráfico transcurre por una vía de circunvalación debido a las obras de reparación de la capa asfáltica.

“El año pasado, no se realizaron trabajos de reparación en las carreteras búlgaras”, ha comentado en una entrevista con Radio Nacional de Bulgaria Diana Rúsinova, presidenta del Centro Europeo para Políticas de Transporte. Rusinova ha opinado contundente que la falta de mantenimiento de la red viaria ha deteriorado hasta tal punto el estado de la infraestructura que los costos de restauración serán tres veces mayores que los de las reparaciones de rutina.