“Observo con amargura la desintegración de esta Legislatura de la Asamblea Nacional. Los diputados deben ser conscientes de que con sus luchas sucias están desacreditando a todo el sistema político”. En estos términos ha comentado el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, la crisis política.
“La Asamblea Nacional de Bulgaria no es un mercado. Unos están comprando diputados, otros están haciendo tratos para el regreso del antiguo modelo de corrupción. De esta manera, ambas partes están destruyendo las esperanzas y la confianza de los búlgaros”, ha manifestado Rumen Radev.
“El bloqueo del funcionamiento de las instituciones es un hecho, mientras que la gente espera soluciones rápidas. En el Ejecutivo recae toda la responsabilidad de gobernar el país hasta que la Asamblea Nacional decida lo contrario”, ha declarado el Jefe de Estado, y ha instando al Gabinete a disipar cualquier sospecha de que Sofía pueda ceder en su posición con respecto al veto al inicio de las negociaciones con Macedonia del Norte para su entrada en la Unión Europea.
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