Este año los productores búlgaros esperan una buena cosecha de trigo, de unos 7 millones de toneladas, siendo el rendimiento habitual de unas 5 millones de toneladas al año, ha vaticinado el ministro dimisionario de Agricultura, Iván Ivanov. A pesar del favorable pronóstico, los productores búlgaros están preocupados. La causa son los crecientes gastos y las incógnitas en torno a la realización de la producción en las condiciones de importaciones de cereales sin carga arancelaria desde Ucrania, que son mucho más baratas.

Durante una reunión con productores en junio el ministro prometió que el Ministerio de Agricultura defenderá sus intereses y expresó la esperanza de que los productores búlgaros puedan comercializar su producción a un precio que les permitirá cubrir los elevados gastos. 

En Televisión Nacional de Bulgaria Kostadín Kostadinov, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Cereales, contó de los retos que afronta el sector:

“El trigo que hemos producido este año tiene un alto valor. El precios de los fertilizantes han crecido 3-4-5 veces con respecto al año pasado, aumentan los precios de los preparados, de las semillas y de los combustibles, a causa de la inflación hemos elevado los salarios de nuestros trabajadores”.

El otro problema es que los almacenes de los comerciantes búlgaros ya están llenos de girasol ucraniano, mientras que el búlgaro saldrá dentro de una semana. A juicio de Kostainov, las nuevas condiciones en el mercado perjudican a los agricultores búlgaros:  

“Siendo Bulgaria miembro de la UE. los agricultores búlgaros deben cumplir compromisos de todo tipo para producir una mercancía en conformidad con los requisitos europeos en lo que se refiere a pesticidas, por ejemplo, y a fin de cuentas ofrecemos un producto de alto precio que se ajusta a los requisitos de Europa. Bulgaria, sin embargo, es un país próximo al conflicto militar y habitualmente en tempos de guerra las especulaciones proliferan.

En Bulgaria se importa girasol que no sabemos cómo fue producido, cuáles fueron los preparados utilizados, si proviene de una región contaminada, y en Ucrania hay tales regiones. El Estado debe asumir sus responsabilidades. Los productores de cereales cumplen sus compromisos con respecto al Estado, pagan sus impuestos y se atienen a los requisitos europeos y el Estado debe hacer lo mismo. Cada omisión o falta de control por parte del Estado perjudican a los productores búlgaros”. 

Radostina Zhekova, presidenta de la Unión de Productores de Cereales de Dobrudzha, comparte las preocupaciones de Kostadín Kostadinov. Ella vaticina que la nueva situación acarreará turbulencias en el sector y quiebras de las granjas pequeñas. “Parece que la UE ha decido salvar la agricultura de Ucrania y Moldavia y descuida la europea”, ha subrayado Zhekova en la emisora regional de Radio Nacional en Varna. 

El ministro de Agricultura, Iván Ivanov, no ha desmentido el bajo control de las importaciones de Ucrania respondiendo a la pregunta de un diputado en la Asamblea Nacional y ha manifestado que la producción de Ucrania es inspeccionada únicamente por hectolitro, humedad, proteínas y gluten.

“La CE ha resuelto no gravar con aranceles las cantidades de cereales que abandonan Ucrania y éstas no se someten al respectivo control fitosanitario”, ha explicado Ivanov ante la Comisión Parlamentaria de Agricultura en respuesta a la pregunta de un diputado de por qué en Bulgaria se importan indiscriminadamente grandes cantidades de trigo y girasol de Ucrania en cantidades desconocidas.

“A pesar de esto he asumido el compromiso y haremos inspecciones en almacenes donde haya tales cantidades tratando de evitar la sanción para Bulgaria como un Estado que inspecciona los cereales de Ucrania. Trataremos de averiguar la presencia de sustancias que están fuera de las normas y no se ajustan a los requisitos de la UE”, ha agregado Ivanov.

Es difícil pronosticar si habrá inspecciones, cuáles serán las consecuencias y cómo será protegida la labor de los productores búlgaros, sobre todo en los tiempos difíciles en que vivimos con un gobierno dimisionario.

Recopilado por Miglena Ivanova

Versión al español de Hristina Táseva