En el mundo de las canciones del Apóstol

Es difícil enumerar las páginas escritas sobre la vida y la obra del héroe nacional de Bulgaria Vasil Levski. Entre ellas también encontramos información interesante sobre el cantante Levski. En su libro "El Apóstol de la Libertad", la escritora inglesa Mercia McDermott señala: "Cantar no era sólo un placer en la vida de Vasil, sino una forma espontánea de autoexpresión".

Nos ocupamos más a menudo del legado documental de Levski, de su actividad revolucionaria y de su ideología y, al parecer, se presta menos atención al mundo espiritual del Apóstol. "No son pocos los testimonios que nos han llegado sobre qué tipo de persona era fuera de su actividad revolucionaria: cuando estaba solo consigo mismo o con sus amigos", afirma Daniel Spasov, cantante folclórico, folclorista, presentador de televisión y productor de la película "Las canciones de Levski", realizada por BNT en 2017 con motivo del 180 aniversario del nacimiento del Apóstol.

"De la libreta personal de Levski también nos han llegado testimonios sobre qué tipo de canciones le gustaban. Por ejemplo, en ésta encontramos la letra de la balada "Siempre estoy pensando en ti, mamá", una de las canciones más sagradas, más íntimas, una canción-confesión dedicada a su madre. Se cree que su autor fue el propio Levski. En la libreta se conserva el poema de Jristo Botev "Despedida", más tarde, revestido de una melodía renacentista ha llegado a nosotros. También se han conservado los textos de dos cantos de la iglesia: "Digno es" y "Tropar de Santos Hermanos Cirilo y Metodio". Además, tenemos muchos testimonios de que Levski tenía una hermosa voz, que cantaba ante el poeta Jristo Botev y ante el letrado y el prócer Kiro Tuleshkov...".

Hace muchos años, un distinguido folclorista y compositor búlgaro Nikolay Kaufman comenzó su investigación sobre las canciones de Levski, con un enfoque similar al de los trabajos de investigación en terreno: grabó muchos recuerdos y melodías. Así, aunque no existen partituras y la idea de las canciones es sólo verbal, se han grabado diferentes versiones de esas canciones que Vasil Levski amaba y cantaba, nos cuenta Daniel Spasov:

Daniel Spasov

Casi legendaria es la historia de la "última canción de Levski", descubierta y recuperada hace sólo seis años. ¿Cuál es la historia que la rodea?, preguntamos a Daniel Spasov:

"Cuando estábamos rodando la película musical "Las canciones de Levski", mi colega de BNT Vesela Smilets estaba trabajando sobre un documental acerca de la familia del Apóstol. Buscando diversos documentos en la Biblioteca Nacional, en la Radio Nacional de Bulgaria y otros lugares, ella encontró el libro de Raina Kostentseva "Mi ciudad natal de Sofía", en el que se describe un caso muy interesante, relatado por la folclorista Raina Katsarova, que trabajó en terreno e hizo muchas grabaciones de sonido interesantes. En uno de estos trabajos se encontró con una anciana, la abuela Petkana Hushova, del pueblo de Lozen (Sofía), que le contó una historia muy extraña y poco conocida sobre su presencia en el ahorcamiento de Levski: Trabajaba como criada para un bey de Sofía que, al llegar a casa por la noche, le dijo que al día siguiente colgarían a un enemigo del imperio (los otomanos consideraban a Levski como tal) y que ella debía llevar a sus dos hijos al ahorcamiento. La abuela Petkana contó a Raina Katsarova que ella había estado allí y que, tras confesarse con el sacerdote búlgaro, el Apóstol había cantado una hermosa canción antigua en turco:

No cantes, no cantes, ruiseñor,

Tengo tiempo, no tengo prisa.

El que lo entiende, lo entiende...

No tengo madre ni padre.

Tengo tiempo, no tengo prisa.

Sea leyenda o no, la historia es muy bonita. Da una aureola diferente, una sensación distinta. También forma parte del canto y del mundo espiritual del Apóstol y nosotros la hemos resucitado, aunque sea de una manera diferente: a través de la narración musical y cinematográfica".

Milen Ivanov

Como un verdadero desafío considera la tarea de editar musicalmente al último canto del Apóstol el director de orquesta Milen Ivanov, que junto con Daniel Spasov y la solista del “Misterio de las voces búlgaras”, Violeta Marinova, cantó "No cantes, ruiseñor".

"Solo disponíamos de una versión sencilla de la canción como estructura musical. La canción no es nada complicada. Me gusta la 'armonía dulce', la que lleva la canción en sí sin ser recargada e innecesariamente pomposa. Cuando hice los arreglos para las tres voces -la de Daniel Spasov, la de Violeta Marinova y la mía-, mi objetivo era enfatizar sobre el significado y la importancia de las palabras, el mensaje. Junto con nuestros colegas y amigos de la Orquesta de Música Folclórica de la Radio Nacional de Bulgaria -el que toca el kaval Nedyalko Nedyalkov y el guitarrista Nikolay Antov-, conseguimos la simbiosis que buscábamos: un ejemplo sencillo y al mismo tiempo muy sólido de cómo se puede transmitir al oyente la sugerencia de la canción".

Las canciones favoritas de Levski, pero en una ejecución nueva interpretada por el cuarteto “Svetoglas”, fundado por Daniel Spasov y Milen Ivanov, también forman parte de la exposición multimedia "La confesión del Apóstol", del escritor Ivo Milev, en la sala Cuadrado 500 de la Galería Nacional de Sofía, que podrá verse hasta finales de 2023.

En el mundo de las canciones del Apóstol

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El material "En el mundo de las canciones del Apóstol" forma parte de un proyecto realizado con el apoyo financiero del Ministerio de Cultura de la República de Bulgaria. ¡Visiten también nuestra sección "Pensando en Levski", creada con motivo del 150 aniversario de la muerte del Apóstol de la Libertad!