Afortunadamente, gracias a la salvación de los judíos búlgaros de la deportación de los campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial en Bulgaria y en Sofía, no hay museos y monumentos del Holocausto, como los que existen en muchas partes en Europa. En la capital búlgara no hay lugares de conmemoración del tipo de los monumentos en Berlín, cerca de la Puerta de Brandemburgo o el Museo Judío Libeskind-Bau.

Lamentablemente, en la sociedad búlgara persisten las divergencias en la lectura y la interpretación de los documentos históricos. A causa de las valoraciones ideológicas, todavía falta un relato histórico objetivo sobre la salvación de los judíos búlgaros y el papel de los salvadores concretos. Tal vez por esto en Sofía no habrá pronto un museo dedicado a la salvación de los judíos búlgaros.

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Al menos no hay discrepancias acerca de la fecha de conmemoración: el 10 de marzo. El 10 de marzo de 1943, en el gabinete del ministro del Interior Petar Gabrovski terminó la llamada acción de Kiustendil para la salvación de los judíos búlgaros. El presidente de la 25 Asamblea Nacional Dimitar Peshev encabezó una delegación de diputados en el gabinete del ministro quien fue obligado a hacer una llamada telefónica en presencia de todos ellos para suspender los preparativos para la deportación de los judíos búlgaros. Los juegos entre bastidores entorno a toda la acción y el papel de los participantes conocidos y desconocidos sigue debatiéndose hasta hoy en día, pero el acontecimiento se conmemora unánimemente como la fecha de la salvación.

¿Dónde en Sofía se puede rendir homenaje a la obra de los salvadores?

Son más antiguas las tres placas conmemorativas en la calle de Moskovska, cerca del templo de Santa Sofía. Son copias de las placas colocadas en el Bosque Búlgaro en Jerusalén en 1999 a instancias de judíos búlgaros de Los Ángeles. Fueron desmontadas en 2000 por la ONG Fondo Nacional Israelí. Esto se hizo a instancias de herederos supervivientes en Israel de los 11.343 judíos macedonios y de la región del Egeo.

Las placas están dedicadas al zar Boris III y a la zarina Juana, al metropolitano Stefan, y al vicepresidente de la 25 Asamblea Nacional Dimitar Peshev, así como al propio acto de la salvación. Están escritas en tres idiomas: judío, inglés y búlgaro. Hoy, al lado de las placas en Sofía hay una inscripción explicativa de su restablecimiento.

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En 2016 fue inaugurado e monumento a la Salvación de los Judíos Búlgaros en el jardín entre el Parlamento, la Galería Nacional de Bellas Artes y la Universidad de Sofía. Según sus autores, Momchil Tsvetkov y Gueorgui Tsvetkov, la composición simboliza el abrazo de una figura femenina y masculina que tienen un origen común. Sus cuerpos forman un corazón que atesora la estrella de David. En 2018 en la bella zona costera de Tel Aviv fue inaugurada una segunda réplica del monumento. En la inscripción en búlgaro e inglés cerca del monumento se dice: 

“Homenajeamos esta salvación única y lloramos por aquellos más de 11.000 judíos del norte de Grecia y partes de la ex Yugoslavia, que se encontraban bajo administración búlgara, que fueron deportados y asesinados en el campo de la muerte en Treblinka”.

A la entrada del jardín frente al templo de San Jorge, con motivo del 70º aniversario de la salvación de los judíos búlgaros, fue erigido un monumento del ex vice ministro del Parlamento y ministro de Justicia Dimitar Peshev. Es una obra del escultor es Iván Minekov. La figura es una réplica del busto colocado en 2000 del político en el edificio del Consejo de Europa en Estrasburgo. El parque alrededor de la iglesia era uno de los pocos en Sofía que Peshev visitaba después de que fue liberado de la cárcel en 1946. Tuvo que sobrevivir difícilmente, habiéndosele privado el derecho a trabajar.

Vivió no muy lejos, en la calle Neofit Rilski 47, en la casa de su hermana, en un apartamento que estaba debajo el suyo que fue confiscado por el poder popular. Frente a la llamada cooperación de Kiustendil en la capital, donde el salvador murió en 1973, fue colocada una placa conmemorativa.

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Lo común entre los cuatro lugares enumerados es que evocan los días de la salvación, que no es solo un acto aislado. Nos recuerdan del destino de los salvadores. Ellos nunca serán olvidados.

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Fotos: Ivo Ivanov

Versión al español de Hristina Táseva