Cuatro personas con hepatitis B y C mueren cada día en nuestro país por diagnóstico y tratamiento inoportunos, informó el hospital “St. Juan de Rila" en el día mundial de la lucha contra la enfermedad. Solo el 10 % de las aproximadamente 87.000 personas infectadas con hepatitis C y casi 226.000 con hepatitis B han sido diagnosticadas. Solo el 1% de las personas infectadas reciben tratamiento. El principal problema es la imposibilidad de que los diagnosticados con hepatitis C sean atendidos de inmediato, ya que la Seguridad Social exige seis meses de seguimiento a los infectados sin daño hepático severo, señala el centro médico. Ambos tipos de virus son asintomáticos y se encuentran entre las principales causas de cáncer de hígado.