Solidaridad y cuidado, de esto hablan las acciones del Estado búlgaro en las primeras horas de la guerra que comenzó en el Estado de Israel. El primer ministro, Nikolay Denkov, condenó categóricamente los ataques terroristas de Hamás y la violencia ejercida contra los inocentes ciudadanos de Israel. “Expreso mi plena solidaridad con el pueblo israelí. Mis pensamientos están con las víctimas de estos ataques. Condeno el terrorismo en todas sus formas”, ha escrito el primer ministro búlgaro.  

El gabinete preparó la evacuación de los búlgaros que desearon abandonar Israel: la viceprimera ministra y titular de Exteriores María Gabriel conversó con el ministro de Exteriores de Israel, Eli Kohen, y con el embajador búlgaro en Israel para garantizar la transportación segura de nuestros compatriotas al aeropuerto desde donde fueron hechos dos vuelos del avión gubernamental Airbus. Regresaron a bordo del avión 150 búlgaros, así como ciudadanos de otros países. De este modo Bulgaria se convirtió en el primer país en organizar una misión para evacuar ciudadanos suyos y extranjeros desde el Estado de Israel después de la guerra contra Hamás. 

El ministro de Transporte, Gueorgui Gvozdeykov, informó que las evacuaciones continuarán hasta que haya búlgaros que deseen abandonar Israel. Además, trascendió que si existe tal posibilidad, Bulgaria ayudará a otros países de la UE que le han pedido que transporte ciudadanos suyos.

A causa de la escalada del conflicto entre Israel y Hamás, decenas de vuelos internacionales han sido anulados o pospuestos. “Deseamos que todos los búlgaros sepan que el Estado cuida de ellos”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Rosen Zheliazkov, mientras recibía al primer grupo de búlgaros evacuados.

Lágrimas de alegría, satisfacción y gratitud: así pueden ser descritas las emociones de las personas:

“Supe que todo vuelo a Bulgaria se cancelaba y me dirigí al Consulado para ver si había alguna solución. Llevo 15 años viviendo en Israel y no tengo miedo de tales ataques, pero creo que en este caso las cosas serán más complicadas”, dice una búlgara que aterrizó en Bulgaria a bordo del avión gubernamental.

Otro búlgaro que viajó a Israel con fines turísticos explica:

“El sábado, cuando comenzaron las acciones militares entramos en contacto con el Consulado de la República de Bulgaria en Israel, presentamos una lista de nuestro grupo, estábamos en permanente contacto y recibimos su cooperación. Estuvimos en contacto durante todo el tiempo y estamos muy agradecidos al Ministerio de Exteriores, al embajador y al cónsul. Ha desempeñado un papel muy importante la presencia del ministro de Transporte, ya que gracias a esto el vuelo tuvo estatuto diplomático”. 

“Nos sentimos muy bien y estamos agradecidos por haber llegado a nuestra bella tierra. Damos nuestras gracias al Gobierno y a la patria por habernos mostrado gran amor y por habernos llevado fuera de Israel, dice otra búlgara mayor de edad que visitó el Sepulcro de Cristo en Jerusalén. Tuvimos que abandonar el país ayer pero hubo ataques aéreos y bajamos en los búnkeres. Estábamos muy preocupados, las personas allí sufren mucho. Rezamos por ellos y ojalá Dios les ayude que se salven de esta guerra”.

Muchos de los búlgaros anulan sus reservas para excursiones en Israel en los próximos días y los operadores turísticos hacen lo mismo esperando ver cómo evolucionará la guerra, informa la página web Travelnews.bg.

La guía turística y traductora Teodora Asher participa personalmente en la organización de la evacuación de turistas búlgaros del Estado en conflicto militar. Para Radio Nacional de Bulgaria ha señalado que su hijo está en el campo de batalla. “Se trata de una amplia movilización, el ejército regular, los oficiales de reserva y soldados, todas las unidades del ejército israelí han sido movilizadas y lo más importante es que los rehenes sean localizados, liberados y puestos a salvo, porque son de la población civil, hay familias enteras y muchos niños”, dice ella. 

“No debemos permitir que el caos, la violencia y el miedo se apoderen de nosotros”, dice categórica Teodora Asher de Israel y a través del éter de BNR agradece a todas las personas que han llamado por teléfono para informarse qué pasa en estos momentos.

 “Se siente que hay coparticipación, solidaridad, preocupación. Desde tiempos más remotos existe un código moral que es válido incluso en tiempos de guerra y las escenas de rehenes y violaciones de los derechos de personas civiles automáticamente convierten una de las partes en perdedor, antes de que se haya llegado a la fase final de la guerra”, dice la señora Asher. El Estado en que vive y trabaja se encuentra en plena guerra por primer vez desde hace medio siglo, la información de los fallecidos desde el primer ataque hace dos días supera las mil personas.

“La situación es tal como es y requiere de nosotros sangre fría y movilización. Viene todo tipo de información de distintas fuentes. Debemos concentrarnos sobre la información que es averiguada y oficial. El cielo sobre Israel se vuelve más tranquilo. La etapa en que Israel está atacado se va y las acciones militares cambian de dirección hacia la franja norte y la Franja de Gaza”.  

Teodora Asher recuerda, sin embargo, que la Franja de Gaza es un trozo de tierra (36 kilómetros en dirección norte-sur y 10 kilómetros en dirección este-oeste) donde viven 2 000 000 de personas, una gran parte de las cuales son de la población civil. “Podemos esperar y rezar que los derramamientos de sangre cesen”, dice ella con gran dolor en la voz. 

Texto de Elena Karkalanova (basado en entrevistas de Andrey Borisov y Lora Tarkoleva del programa Horizont de BNR)

Versión al español de Hristina Táseva