La propaganda rusa en Bulgaria sugiere que los búlgaros son ciudadanos de la UE de segunda clase. Con nuestra entrada en Schengen esto cambiará, afirma el ministro de Finanzas, Asen Vasilev, en una entrevista para el periódico alemán Die Welt. Según Vassilev, para Europa Central y Occidental no es económicamente rentable que Bulgaria y Rumanía se encuentren fuera de la zona sin control fronterizo. 

"Cada día 4.000 camiones cruzan la frontera entre Bulgaria y Turquía hacia Europa Occidental, pero permanecen durante días en la frontera con Rumanía. Esto encarece las mercancías transportadas", explica Vasilev. El ministro también declaró a Die Welt que la tasa adicional del 20% impuesta al tránsito del gas ruso a través de Bulgaria reducirá los beneficios de Gazprom y encarecerá el suministro, lo que a su vez hace que la importación de gas ruso no sea rentable para países como Austria y Hungría.