Violentos enfrentamientos estallaron esta noche entre hinchas de fútbol y la policía en pleno centro de Sofía cerca del estadio nacional Vassil Levski donde en este momento se juega un partido de las eliminatorias europeas entre Bulgaria y Hungría, con una furgoneta policial y varios contenedores de basura en llamas, informó la Radio Nacional de Bulgaria (BNR).

Hay “varios agentes heridos y varios aficionados detenidos”, según declaró ante la privada bTV el vicedirector de la Dirección Capitalina del Ministerio del Interior (la policía capitalina), Stefan Ivanov.

La policía capitalina anunció en un comunicado que aplica medidas para reducir la tensión surgida durante las acciones de protesta en la capital. Se agrega que en resultado de acciones agresivas, agentes de policía resultaron heridos, sin precisar su número.

"Tras enfrentamientos entre grupos de hinchas, se han producido heridos entre los manifestantes. También se han causado daños materiales a vehículos. Se han producido detenciones. El llamamiento a los aficionados al fútbol es que expresen su opinión pacíficamente para evitar una mayor escalada", se lee en el comunicado. La policía aconseja a los ciudadanos evitar la zona. 

Más de 1.600 uniformados fueron desplazados esta tarde en la zona central de Sofía, horas antes del partido que hasta el último momento no se sabía dónde se disputará ya que la Unión Búlgara de Fútbol (UBF) intentó trasladarlo en Plovdiv, la segunda mayor ciudad búlgara, temiendo de violentos protestas de aficionados descontentos del estado mal de este deporte en Bulgaria.

Al fin y al cabo UEFA no respetó la petición de la UBF y decidió el duelo jugarse sin público en Sofía.

Poco antes del inicio de la disputa deportiva miles de hinchas (unos 3.000 según Dnevnik.bg) de diferentes equipos búlgaros, incluso rivales entre si, se reunieron en la zona del estadio inicialmente demandando de forma pacífica del presidente de la UBF, Borislav Mihaylov, en frente de esta organización desde 18 años.

La tensión creció y los aficionados empezaron a lanzar petardas, pierdas, cócteles Mólotov y pedazos del pavimento contra los policías que se vieron obligados a usar dos cañones de agua y palos para dispersar la multitud agresiva.

Las privadas bTV y Nova TV mostraron imágenes en vivo varias personas derrumbados en las calles céntricas con sangre y destacamentos de la policía con equipamiento antidisturbios, con cascos, escudos y palos dirigiéndose contra grupos agresivos.

Según bTV al menos 12 personas están heridos graves y varios coches fueron calcinados. La cadena informó de al menos cinco detenidos. 

El transporte público y el tráfico en el centro de Sofía está totalmente bloqueado.

Los aficionados al fútbol y los ciudadanos llevan semanas protestando contra la gestión de la UBF y especialmente contra su presidente, Borislav Mihaylov, acusándola de mala gestión, corrupción, falta de transparencia y una constante negativa a asumir responsabilidades.

Mihaylov es ex portero y capitán de la selección nacional durante el mayor éxito de la historia: el cuarto puesto en el Mundial de 1994 en Estados Unidos.

Se convirtió en jefe de la federación en 2005 y desde entonces, el fútbol en Bulgaria ha ido decayendo, ya que la plantilla nacional nunca se ha clasificado para la final de un campeonato importante, perdiendo casi cada partido que juega.