Cientos de policías participaron en una protesta, según ellos espontánea, frente al edificio del Parlamento, exigiendo que se deje de politizar lo ocurrido el 16 de noviembre, cuando durante el partido de fútbol Bulgaria-Hungría los aficionados del fútbol protestaron contra la dirección de la Unión Búlgara de Fútbol (BFS). Lo que comenzó como una protesta pacífica fue a más, y acabaron resultando heridos tanto aficionados como agentes de policía. 

Actualmente hay casos en trámite por violación de derechos contra tres policías. Desde Continuamos con el Cambio-Bulgaria Democrática (PP-DB) exigieron la dimisión del ministro del Interior, Kalin Stoyanov. El copresidente del PP, Kiril Petkov, afirmó que Stoyanov había sido propuesto por el GERB. El líder del GERB, Boyko Borissov, respondió que si Stoyanov dimite, también debería hacerlo el primer ministro del PP-DB, Nikolay Denkov.

"No debemos permitir otra vez más que el Ministerio del Interior sea utilizado como saco de boxeo por los políticos", declaró posteriormente ante los periodistas el ministro del Interior, Kalin Stoyanov, antes de su conferencia ante la Comisión de Seguridad Interior de la Asamblea Nacional en relación con los disturbios. Stoyanov comentó ante los diputados que el alcalde de Sofía, Vasil Terziev, había coordinado la protesta de los aficionados del fútbol sin consultarlo con la Dirección Municipal de Asuntos Interiores (SDVR), como dicta la práctica habitual. Dijo que la dirección del Ministerio del Interior había tomado medidas de seguridad más serias porque contaba con información de que algunos de los hinchas pretendían invadir el Estadio Nacional Vasil Levski, e interrumpir el encuentro Bulgaria-Hungría. "Nos desvinculamos firmemente de la violencia, tanto en lo que se refiere a los ciudadanos que protestaban como a lo que concierne a los agentes de policía", subrayó el ministro.

• Comparecencia de jefes del Ministerio del Interior en el Parlamento en relación con la protesta de los hinchas de fútbol
  
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