"La velada estaba yendo bien. Era lo normal. Era la Noche Santa, al fin y al cabo.... Ese día me fue asignado un papel importante - el más importante de todos, quizás: el de Papá Noel". Así es como empieza el relato titulado "El deseo que Papá Noel no pudo cumplir", de Vesselin Portarsky (Veso Portarsky). Cualquier parecido con personas y sucesos reales aquí es completamente intencionado, experimentado personalmente y descrito por el propio autor. Este relato da título también al quinto libro de relatos navideños de Vesselin, que ya está disponible en las librerías alemanas. En una entrevista concedida a Radio Bulgaria, el escritor describe los textos como relatos humorísticos en los que caricaturiza las diferencias culturales entre naciones. Unas diferencias que él conoce muy bien.
Nacido en la ciudad de Sofía, Vesselin Portarsky se graduó en la 91ª Escuela de Lengua Alemana “Prof. Konstantin Galabov”, y continuó su formación en Berlín y Ámsterdam, donde se graduó con matrícula de honor en magisterio de economía.
"Después de licenciarme, el primer trabajo que tuve fue el del departamento de ventas de la editorial Burda en Moscú. Luego estuve trabajando para la FIFA durante casi diez años, vendiendo las entradas para los palcos VIP de los campeonatos mundiales y ahora, desde hace cinco años, estoy "al servicio" de Bulgaria, ayudando a los productores ecológicos búlgaros a introducir sus productos en las grandes cadenas de Alemania, Suiza, los países germanoparlantes en general, y algunos otros mercados internacionales. La vida es bien pictoresca y uno ha de tratar de hacer lo que pueda para ser útil a los demás", dice el búlgaro con su característica voz sonriente.
“Y, hablando de la producción ecológica búlgara, podemos estar muy orgullosos de ser competitivos en los mercados extranjeros. La calidad de los productos búllgaros es excelente”, nos cuenta Veso. Lo que falta es saber negociar bien para entrar en esos mercados. “Quizá para eso estamos aquí, la gente como yo”, comenta Veso.
En 2013 Portarsky regresa a Berlín y empieza a dedicar cada vez más tiempo a su pasión: la escritura. En Alemania gana un concurso para jóvenes promesas y se convierte en el primer búlgaro admitido en un curso de escritura creativa impartido por la Premio Nobel Herta Müller. No guarda recuerdos muy buenos de aquel encuentro, ya que admite que la fuente de su inspiración y la de ella, era radicalmente diferente. Los relatos de él nacen de la alegría y la llevan en sí, y los de ella contienen el dolor de la represión en Rumanía, su país natal, y de la vida de una emigrante. El primer libro de relatos de Veso publicado en alemán, “El mayor orgasmo de los Balcanes”, fue publicado en 2015. Le siguieron “El vino que no debía haberse bebido” (2017) y “Los famosos” (2019). En el verano de 2021 se publicó su primera colección de poemas - “Рoems from around the world” - escritos en inglés en con el fin de captar en estos versos el espíritu de cada lugar que había visitado, de la forma más auténtica. El libro está ilustrado por el famoso artista y pintor alemán Jonathan Meese. Y el libro que se publica ahora, traslada a Veso Portarsky a las Navidades de sus años universitarios en Berlín, y le hace recordar su papel de Papá Noel.
"En la Universidad de Berlín puedes trabajar profesionalmente como Papá Noel, es decir, te contratan y te "asignan" a 16 familias. El día de Navidad tienes 30 minutos por familia para repartirles sus regalos, cantar villancicos juntos, hablar con los niños de sus buenas y sus no tan buenas acciones durante el año. A mi me encantan los niños y las actividades con ellos. Como en Bulgaria mi madre siempre creaba tanto estrés en torno a los regalos y los preparativos de las fiestas, pensé: “¿Por qué no probar a vivir este momento del año de una manera más relajada?” Además, obtenías una buena recompensa con la que después podías celebrar la Nochevieja en algún lugar agradable, con tus seres queridos. Todo empezó como en broma pero luego lo acabé haciendo durante los seis años de mis estudios en la universidad. Al principio sólo me asignaban familias, después empezaron a destinarme a hospitales, guarderías o residencias de ancianos. De todos estos encuentros surgían situaciones de lo más interesantes", recuerda hoy Veso.
En poco tiempo, empezaron a nacer una detrás de otra estas divertidas historias de Navidad que se hicieron populares en los países europeos de habla alemana tras su publicación en la revista "Der Spiegel", y en dos antologías de la editorial suiza "Diógenes", junto con relatos de Paulo Coelho, Antón Pávlovich Chéjov y Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. Por primera vez, en su entrevista con Radio Bulgaria, Vesselin Portarsky acaba de anunciar que las próximas Navidades sus relatos humorísticos de Papá Noel se publicarán en su lengua materna, el búlgaro.
Mientras tanto, le esperan muchos encuentros personales con su público. El próximo será el 14 de diciembre en la biblioteca municipal de Magdeburgo (Alemania), bajo el título "Esta vez no nos regalaremos nada". El acto comienza a las 17:00 h, hora local, con entrada gratuita, y está organizado con la colaboración del Instituto Cultural Búlgaro de Berlín, cuyo director, Borislav Petranov, asistirá personalmente a la presentación del libro y la lectura del autor.
En cuanto al deseo que Papá Noel no le concedió a Veselin y a su familia, ese parece ser el de una vida en Bulgaria - a pesar de haberlo intentado hace un año:
"Al fin y al cabo, me fui a vivir fuera a los 19 años, y me he formado como persona más bien aquí, en el extranjero. Estoy acostumbrado a un modo de vida, sin ánimos de sonar arrogante, como el que hay en los países más civilizados. Cuando mis amigos me preguntaban cómo me siento (en Bulgaria, N.del A.), yo les respondía: "como un animal del zoo al que han soltado en la jungla". Este es precisamente el tema de mis relatos. He conseguido escribir un libro en Bulgaria, que se publicará en junio de 2024 bajo el título "Bailes húngaros en Tenerife" donde describo la forma en la que yo experimento Bulgaria. Uno "acumula" en sí cierta distancia cuando vive tanto tiempo fuera, y tiene la oportunidad de comparar lugares. Y, a partir de un punto, ya no se trata de “patria” o de “extranjero”, sino de ver todos esos lugares con sus pros y sus contras reales. Al principio cuesta superar la nostalgia pero pasados diez o veinte años, (y yo llevo ya 30 en el extranjero), empiezas a entender que tu patria es el mundo, que las fronteras son algo relativo, que mientras los políticos protegen sus propios intereses, a menudo acaban enfrentando a las personas, las unas con las otras; pero que, a fin de cuentas, todos somos personas y, como tales, somos iguales en todas partes. Y lo que nos une es que todos tenemos un corazón y un alma".
"Por supuesto, Bulgaria es mi patria, el búlgaro es la lengua que hablan mis padres, ese es el país donde me enamoré por primera vez… Estos recuerdos siempre permanecerán conmigo. Pero la relación entre personas, la manera de vida, con sus hábitos y sus peculiaridades - eso es algo muy diferente. Y yo no conseguí sentir que podría vivir en Bulgaria de una manera que me hiciera sentir en plenitud, ni de cara a mi mismo, ni de cara a mis seres queridos", confiesa hoy Veso.
Para él, su sitio está en Berlín. La ciudad que reúne en sí el mundo entero, todo su colorido y el respeto por el otro, por lo diferente. Un lugar que justifica completamente su lema: "Vive y deja vivir". Así nos lo cuenta Vesselin, que por Navidad sólo pide un único deseo:
"Mi principal deseo, el mío propio, es que sea el amor el me guíe en mis acciones, que la verdad guíe mis palabras y la alegría, mis pensamientos".
Autor: Vesela Krasteva
Versión en español: Alena Markova
Fotos: Facebook / Veso Portarsky
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