Los Países Bajos finalmente han eliminado todos los obstáculos a la plena entrada de Bulgaria en Schengen. Hace una semana, el Gobierno del primer ministro Mark Rutte decidió que Bulgaria cumple todos los requisitos y envió una carta al Parlamento. Los diputados tenían tres opciones: apoyar la decisión, rechazarla o no considerarla, lo que significaría un total acuerdo con las acciones del Gobierno.

 Durante el debate parlamentario, el partido Nuevo Contrato Social, actualmente la cuarta fuerza en los Países Bajos, presentó una resolución según que apoya la posición de Austria de que Sofía sea admitida en Schengen de forma gradual y, en un principio, sólo por vía aérea. La propuesta obtuvo 59 votos "a favor" y 49 "en contra". Aunque prevalecieron los partidarios de la aceptación parcial, la propuesta fue rechazada porque no obtuvo la mayoría absoluta requerida de 76 votos. El Partido Popular por la Libertad y la Democracia de Mark Rutte votó a favor. Sorprendentemente, el Partido de la Libertad, de extrema derecha, que obtuvo la mayor cantidad de votos en las elecciones parlamentarias hace un mes, no votó. 

Así, Austria sigue siendo el único obstáculo para la plena entrada de Bulgaria y Rumanía en Schengen, informa Angelina Piskova, corresponsal de Radio Nacional de Bulgaria en Bruselas.