El Día de Todos los Santos, cuando la Iglesia Ortodoxa Búlgara homenajea el Concilio Apostólico y la memoria de todos los conocidos y desconocidos mártires y confesores cristianos, los fieles en Bulgaria obtuvieron un obsequio por su fe. Tal vez no hay un pueblo más feliz que un pueblo cristiano que da la bienvenida a su nuevo padre espiritual, después de largos días de retos y tensión. Inmediatamente después de que fuera hecho público el nombre del nuevo patriarca de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, las vociferaciones ¡Digno!, ¡Digno!, ¡Digno! llenaron el espacio alrededor de la catedral San Alejandro Nievski de Sofía, donde tuvo lugar la entronización del nuevo patriarca búlgaro.

Algunos de los sacerdotes que participaron en la elección recibieron la noticia con un entusiasmo moderado. No faltaron otros que en los medios de comunicación criticaron abiertamente la elección o lo hicieron callando. En las redes sociales también hubo un grupo de descontentos que no ocultaron su decepción, vaticinando cuadros apocalípticos de dependencias de la Iglesia e influencias geopolíticas. Confiando en que Dios resuelve los asuntos divinos, otros, como el padre Gueorgui Tanchev de Kresna expresaron su sincera satisfacción:

 “Es una digna elección, los tres clérigos eran dignos, señala el padre Gueorgui para Radio Bulgaria. Felicidades para el metropolitano Gregorio, pero la voluntad de Dios ha sido que el metropolitano Daniel ocupe el cargo patriarcal. Él comenzó su camino espiritual desde nuestra eparquía, es una persona sumamente mansa, humilde, trabajadora, un verdadero monje. Creemos que el nuevo cargo no lo cambiará de ninguna manera. ¡Una persona excepcional! Estamos muy felices y contentos por él”.

El padre Julian Anguelov del templo catedralicio búlgaro en Berlín, fundador de la comunidad eclesiástica en Hamburgo, agrega: 

“Que sea un digno patriarca búlgaro, él es un digno metropolitano. Lo conozco desde hace muchos años. Es una persona digna. Que Dios le de salud, fuerzas y largos años en el trono patriarcal”. 

Frente al Palacio Sinodal estaba Juliy Yordanov, miembro de la comisión de control de la Unión de Escritores búlgaros, autor de muchos libros de crítica literaria e historia literaria: 

“Con el nuevo patriarca búlgaro creamos el único concurso literario nacional a nombre del Exarca Antimo I, señala con emoción Juliy Yordanov. Gracias al metropolitano Daniel logramos reunir a personas de 5 a 105 años de edad para participar en este concurso. Uds. se dan cuenta de la gran emoción que siento en este momento.

Estoy convencido de que su santidad el patriarca búlgaro Daniel ya tendrá la posibilidad de trabajar para que la fe sea más arraigada en las almas y en los corazones de los búlgaros. 

El metropolitano Gregorio, de Veliko Tarnovo, destacó para Radio Bulgaria que la elección del patriarca búlgaro es una demostración de la caridad de Dios y de la voluntad de Dios, del hecho de que Dios acaricia al pueblo búlgaro. ¡Esto es una justicia que proviene de Dios!”, con estas palabras él insinuó la fuerza de las oraciones que los creyentes dirigieron en los últimos meses para que Dios dé la cruz del servicio patriarcal al metropolitano más digno, que lo lleve con el mayor beneficio para la iglesia y para la salvación del pueblo búlgaro.

“Esto demuestra la unidad, el poder del cristianismo ortodoxo. El pueblo búlgaro es un pueblo ortodoxo desde hace varios siglos y lo interesante es que 620 años después de la muerte de san Eutimio de Tarnovo, el dedo de Dios nos mostró algo, a pesar de las dificultades y de los múltiples retos”, dice el metropolitano Gregorio. “Me extraña que hay personas que aquí miran las reliquias del patriarca Eutimio y que no sienten remordimiento histórico porque hace siglos el patriarcado en Bulgaria fue aniquilado forzosamente. Lo digo metropolitano de Tarnovo. Bayezid lo aniquiló utilizando todo tipo de crueldades, pero no pasó mucho tiempo y en el mismo año 1403 murió en grandes penas. “Dios no puede ser burlado!” ¿Por qué lo digo? Porque Bulgaria no es un imperio de los derramamientos de sangre, sino un imperio de la ilustración. Muchos de los pueblos del este de Europa son ilustrados justamente gracias a Bulgaria”.

El metropolitano Gregorio recuerda el glorioso pasado del patriarcado de Tarnovo, cuando en 1235, durante el reinado de Iván Alexander II, Bulgaria formaba parte de la Pentarquía, junto con el Patriarcado de Jerusalén, el de Antioquía, de Alejandría y de Nicea, cuando Bizancio fue conquistado por los cruzados.

“Cuando miro los políticos me pregunto si estas personas se dan cuenta de qué se trata, que el acto que presenciamos es consecuencia de un magno legado. En lo que se refiere a nuestro nuevo y joven patriarca, él viene justamente al lugar que le corresponde. Tiene buena formación, domina el inglés a la perfección, es una persona muy enérgica, gran trabajador, clérigo ejemplar, teólogo y posee una larga lista de cualidades que puedo enumerar. Si preguntan qué es lo que ha hecho en la eparquía de Vidin les responderán que ha resucitado la diócesis.  

Éramos pocas las personas que esperábamos que sucediera así, pero Dios demuestra su poder en tiempos difíciles. Dios nunca nos abandonará porque nosotros no lo abandonamos a pesar de ser pecadores. Siempre debemos rezar con las palabras: “Ante ti, Señor, pecamos, pero te dirigimos nuestras oraciones únicamente a ti”. Bulgaria sabe qué hacer, es un insoslayable factor de peso, en la historia y la cultura europea. ¡Que Dios nos proteja y por muchos años!” 

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Traducido y publicado por Hristina Táseva