En los más calurosos días del verano los miembros de Greenpeace recorren el país para mostrar las altas temperaturas en el medio urbano. Con la ayuda de cámaras termoeléctricas ellos detectan la temperatura en proximidad a los edificios que, en algunos lugares, como Plovdiv, ha alcanzado los 70 C. El experimento apunta a llamar la atención al verdor que va desapareciendo de las ciudades.
El objetivo principal de estos estudios, a juicio de la directora de Greanpeace-Bulgaria Meglena Antonova, es mostrar que las ciudades son cada vez más calurosas a causa del efecto de la isla de calor urbana. Este calor adicional se debe a la falta de verdor, los gases contaminantes, el asfalto oscuro y los materiales de construcción. El cambio climático profundiza el problema. Según un reciente estudio del Instituto de Salud Global en Barcelona, los árboles pueden disminuir en un tercio la mortalidad durante las olas de calor en las ciudades.
Fotos: Greenpeace-Bulgaria
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